La escuela catalana llama a desafiar la sentencia del TSJC

El curso escolar comenzó ayer marcado por la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que dicta que la Generalitat equipare al castellano con el catalán en la escuela. Los profesores, apoyados por los sindicatos docentes, demostraron ser partidarios de desacatar este fallo.

Miles de personas se manifestaron ayer en numerosos municipios catalanes para expresar su apoyo a la escuela catalana y al modelo de inmersión lingüística, y en contra del auto del TSJC. Unas 1.500 personas según la Guardia Urbana, 5.000 según los organizadores, se concentraron en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, 500 personas lo hicieron en Girona y 400 en Tarragona, entre otras ciudades, convocados por la plataforma Somescola.cat.

El portavoz de esta plataforma, que agrupa a unas 30 entidades culturales y a todos los sindicatos y entidades representativas de las escuelas catalanas, Miquel Àngel Essomba, destacó a Efe que la de ayer fue una de las concentraciones «más grandes en defensa de la lengua de los últimos años», y que se celebró sin problemas y con la presencia de muchas familias.

En todas las concentraciones participaron dirigentes de todos los partidos catalanes, con la excepción del PP, y se exhibieron numerosas banderas y pancartas independentistas.
No fue la única acción del día a favor de la inmersión lingüística. La plataforma Somescola, de marcado carácter independentista, repartió en las escuelas catalanas carteles en favor del modelo de inmersión lingüística, que los maestros y directores de las mismas engancharon en los centros escolares coincidiendo con el primer día del curso escolar.

«Per un pais de tots. L'escola en català» (Por un país de todos. La escuela en catalán) es el lema de los carteles que muchos padres y alumnos se encontraron en la puerta de la escuela cuando acudieron a clase.

«Muchas escuelas»

«Todavía no sabemos el número exacto de escuelas que han enganchado los carteles, pero seguro que fueron muchas, porque todos los sindicatos mayoritarios apoyamos la campaña y en la escuela catalana el apoyo al modelo de inmersión es casi unánime», explicó el representante de Ustec–Ste's, Josep Maria Cervelló, frente a uno de los colegios que colgaron los carteles antes de que los alumnos llegaran.

En su opinión, «el modelo de inmersión ha ayudado a cohesionar y acoger a las diferentes culturas que conviven en Cataluña» y el auto del TSJC es «una maniobra contra la escuela». «Aquí tenemos alumnos procedentes de 25 países diferentes y nunca hemos tenido problemas con el catalán», añadió la directora de la escuela Les Acacies, Maria Fornos. «Este año, las escuelas ya tienen suficientes problemas económicos y organizativos como para añadir el problema de la lengua», criticó Cervelló.

Por su parte, la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, una de las entidades impulsoras de la Plataforma Somescola, hizo un llamamiento a los ciudadanos a movilizarse en favor de la inmersión lingüística, enganchando carteles en las escuelas y acudiendo a las concentraciones convocadas por este motivo. «El modelo de inmersión no es un problema, sino un instrumento de cohesión», subrayó Casals. «Queremos mostrar el apoyo a este modelo educativo», añadió.