Mourinho Toxo y Méndez por Miguel Ors

M20 Pueblo
«Por el pueblo y para el pueblo» (apócrifo). ¿Es eso la democracia?». Con esta frase se hacen rizos retóricos con coletillas como «pero sin el pueblo» o «con el pueblo». Leo que los «mercados» (lobbyes, operadoras, clubes voraces...) siguen empecinados en dejar al «pueblo soberano» sin el telepartido en abierto. Quitarle al pueblo (en paro, asfixiado a impuestos, con luz opaca en el horizonte) el telefútbol de un partido en abierto para que se telerrasque la cartera (otra forma de copago) es, socialmente, un colosal atropello democrático.

El fútbol, en España, nunca ha sabido administrarse. Siempre ha vivido con el agua de la deuda al cuello. Ahora debe dinero a todo dios, a Hacienda, a la Seguridad Social, a los jugadores, a los proveedores. Hay que escuchar la voz de la calle y no la voz de quienes sólo piensan, para seguir endeudándose, claro es, en ellos y en lo que a ellos les conviene, señores políticos.

X21 Messi
El dandismo de Messi es el «hat-trick». Trinitario con el tridente de su cabeza y sus dos piernas. Ya nadie lo compara con nadie. Messi es el prototipo Red Bull F1 del fútbol. Con ritmo y cortitos pasos de chotis, en un metro cuadrado de césped dribla a dos, a tres, a cuatro jugadores. ¿Quién, hoy, hace eso? Sólo él. Y veloz como el guepardo.
–Es el Usain Bolt del balón.
Lo comparto.

J22 Cardenal
Como no soy cardenal del cardenalicio colegio de loadores del papa Mourinho, digo lo que digo, y hoy lo que digo es esto:en Villarreal, el peor de todos fue Mourinho. ¿Peor que el árbitro? Sí. ¿Peor que el volcánico Pepe? Sí. «Mou», por su estilo (habitualmente provocador, antipático y zafio), es, para sus jugadores y para el fútbol en general, un pedagogo detestable. Es de esperar que, la próxima temporada, se traslade a la casa que se ha comprado en Londres. El Real Madrid no se merece un cardenal como Mourinho. Gane, que debe ganarla, o pierda la Liga, cuanto más lejos de la imagen Real Madrid mejor para la imagen del Madrid. El Real Madrid es el único club del mundo que, por señorío y títulos, ostenta el soberano y magno galardón de Mejor Club del Siglo XX. Mourinho lo empaña.

V23 Pardeza
Aprecio a Miguel Pardeza. Difícil de superar su inteligente tesis doctoral sobre César González Ruano. Culto, comedido, elegante. ¿Por qué, pues, Pardeza, ha caído, a lo ZP, en la política de los «invisibles brotes verdes»? No hay «conspiración judeo-arbitral» contra el Real Madrid. Hay, sencillamente, un brote verde perniciosamente visible, Mourinho.

S24 Culpables
La culpa es siempre del otro, que dijo alguien. El otro, en el fútbol, es el árbitro.
–El árbitro –comentó en cierta ocasión un humorista– es la trampa «legal» de los legisladores del reglamento para exculpar de sus errores a los jugadores.
El árbitro es para Mourinho lo que la calle para Toxo y Méndez. «La calle es mía», decía, o dicen que decía, Fraga. Muerto Fraga sin hacer testamento, Toxo y Méndez se han apoderado de ella; la calle, ahora, es de ellos. «¡Hala, a la calle, a la huelga!» (Toxo y Méndez). «¡Hala, caña al árbitro!» (Mourinho a sus jugadores). Esto de la huelga y el árbitro como instrumentos de presión, la verdad, no me seduce. ¿Por qué?
–Porque no me convence y lo que no me convence no me seduce.

Otro «instrumento» que tampoco me convence –desde hace tiempo– es el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol. Políticamente amerengado y melifluo, luego irrespetuoso con la ley. Menospreciar es hacer de menos. Insultar es ofender. La ley tiene leyes que los custodios de su texto y espíritu no deben manipular. Me lo enseñó, estudiando Derecho Romano, el formidable don Ursicino Álvarez, ¡qué gran catedrático! Decepcionante, sí, una vez más, el «trío arbitral» del Comité de Competición de la RFEF. Hay que servir a la ley, no hacer mangas amerengadas y capirotes melifluos con ella. Villar: por ahí, no.