Prevención

Fármacos «anti carretera»

Relajantes musculares, antiderpresivos y pastillas contra la alergia, disminuyen el estado de alerta durante la conducción y pueden provocar accidentes graves. 

Fármacos «anti carretera»
Fármacos «anti carretera»larazon

Las vacaciones de verano han comenzado, y los desplazamientos por carretera se multiplican. Los conductores tienen una gran responsabilidad y deben ser conscientes de ello. Antes de un viaje, es imprescindible estar descansado y con las capacidades de reacción y atención intactas. En ocasiones, ciertas patologías y la medicación asociada disminuyen los reflejos, y puede ser un riesgo coger el coche.Los fármacos antidepresivos y ansiolíticos son un ejemplo. Actúan a nivel del sistema nervioso central. Muchos poseen un mecanismo de acción relacionado con un aumento de los niveles de serotonina en el cerebro, lo que causa una mejora en el estado anímico, relajación y sensación de bienestar. Sin embargo y sobre todo al inicio del tratamiento, los efectos adversos pueden ser acusados, como mareos, náuseas, vómitos, confusión y somnolencia entre otros. Todo ello hace que el estado de alerta necesario para conducir disminuya, por lo que no se recomienda que los pacientes en tratamiento con estos fármacos cojan el coche si tienen algún síntoma, ya que un momento de distracción al volante puede costar muy caro.Los medicamentos utilizados para conciliar el sueño incrementan los niveles del neurotransmisor GABA, provocando una relajación y un marcado descenso en el estado de vigilia. Son los llamados fármacos «psicotropos». También pueden alterar la capacidad de conducción al producir somnolencia o visión borrosa. Lo mismo ocurre con los relajantes musculares, que al actuar también a nivel del sistema nervioso central pueden disminuir los reflejos de forma importante.Crisis en el trayectoLos fármacos antiepilépticos también ocasionan efectos adversos similares a los anteriores, ya que poseen un mecanismo de actuación parecido. Además, la epilepsia es por sí misma una situación que condiciona la conducción de vehículos, ya que el padecimiento de una crisis durante un trayecto en coche puede ser causa de accidente.La ingesta de alcohol representa un grave riesgo, y tomado junto con estos fármacos, incrementa la depresión del sistema nervioso central, aumentando mucho la relajación y multiplicando las probabilidades de tener un accidente bajo sus efectos.Otro ejemplo son los antihistamínicos. Los de nueva generación apenas traspasan la corteza cerebral y no ocasionan somnolencia. Sin embargo, muchos que se emplean para tratar reacciones alérgicas más o menos graves sí que poseen un efecto hipnótico marcado, por lo que habrá que intentar en la medida de lo posible tomarlos a la hora de acostarse y tener precaución si se va a coger el coche y si el efecto es importante, declinar en otra persona la conducción.Independientemente de la medicación tomada, a la hora de enrolarse en un viaje habrá que seguir una serie de medidas como el descanso cada dos o tres horas del camino, la ingesta de bebidas refrescantes de cola o zumos, no abusar del café, ya que aparte de aumentar el estado de alerta es un importante excitante nervioso, tomar comidas ligeras y, lo más importante, estar descansado e ir relajado y tranquilo durante el trayecto.