Barcelona

Marta Domínguez: «Hemos caído muy bajo»

«Si llego a Londres, la medalla va a ser más difícil que nunca y... ¿la cinta rosa? Ahí sigue»
«Si llego a Londres, la medalla va a ser más difícil que nunca y... ¿la cinta rosa? Ahí sigue»larazon

PALENCIA– Después de sus «dos horas y media» de entrenamiento, Marta Domínguez vuelve a ejercer de candidata al Senado por el Partido Popular, de madre primeriza, de atleta, de ex imputada en la «Operación Galgo»...

–A estas alturas, ¿qué es lo que le atrae de la política?
–Los políticos son los únicos que de verdad pueden cambiar la situación actual por la que atraviesa España. Hemos caído muy bajo y los políticos son quienes nos pueden sacar de aquí. Eso es lo que deben hacer los que salgan elegidos el 20-N.

–¿No cree en movimientos como el 15-M, que también dicen que lo que buscan es arreglar la actual situación?
–Creo que lo más eficaz son las reformas y los cambios desde el sistema político actual. Hay que ponerse a trabajar. Hace años, España salió de otra crisis y lo hizo a base de tener las ideas claras, de trabajar, de tener continuidad, de ser austeros... Hemos vivido en los últimos años una etapa en la que todo daba igual. Daba igual estudiar que no, sacrificarse que no... Si el PP gana las elecciones el trabajo, la austeridad, la eficacia, el ser eficientes... Todo eso volverá a ser importante, eso es garantía de éxito y de que podemos salir adelante. Y esos son los valores que he transmitido durante mi carrera.

–Su candidatura por el Partido Popular al Senado, ¿se puede interpretar como una manera de paliar todo lo que ha vivido en los últimos once meses?
–Nadie tiene que pagarme, ni devolverme nada. Creo que lo que soy es porque mi pasado, en mi trayectoria deportiva y personal, gusta en el partido.

–Hubo quien afirmó que la «Operación Galgo» estaba relacionada con su pasado político y su vinculación al PP.
–La gente ha podido pensar muchas cosas para bien o para mal. Yo no voy a criticar ni a hablar mal de nada ni de nadie. Lo que yo pienso me lo guardo para mí, puede ser cierto o no, pero es mío. No lo he dicho ni lo voy a decir.

–¿Se considera rencorosa?
–No. Lo que he pasado no se me va a olvidar, pero no soy rencorosa. Soy una persona positiva que mira para adelante y no me gusta pensar en el pasado, quiero pensar en el futuro.

–¿Siente que le ha fallado mucha gente desde el 9-D?
–Como ha habido muchas noticias que eran falsas, la gente ha pensado que yo era muy mala. Y con eso ha habido gente que ha seguido conmigo y otros que se han quedado de lado. Cuando se ha demostrado que todo era falso, más de uno ha tenido que agachar la cabeza y otros que no se han bajado del burro, pero me da igual. Esto me ha servido para ver lo que hay. Es duro que tengas que recibir un golpe tan fuerte en tu vida para darte cuenta, pero bueno... Te das cuenta de que la vida es dura, de que hay gente que está por lo que está, pero mi familia sigue ahí y siempre me ha apoyado al margen de lo que dijera. Yo soy la misma, pero un golpe duro, un palo tan duro te marca. A partir de ahora ves las cosas de distinta manera y antes de decidir, piensas. Y antes de decir a todo el mundo que sí como me pasaba, pues ahora paro y...

–¿Qué pensaba a medida que iban desapareciendo los cargos?
–Lo mismo que el primer día. Que yo era inocente y cuando saliera todo a la luz se iba a ver claro. No me llevé ninguna alegría porque sabía lo que había.

– ¿Y considera que el capítulo del blanqueo de dinero –el único pendiente–, que debía estar resuelto hace tiempo, no se ha resuelto porque hoy no es 20-N?
–La jueza necesita tiempo. Seguimos en la fase de investigación.

–Da la sensación de que ha mostrado la misma sangre fría que ante una gran final.
–He tenido la sangre fría que tengo habitualmente. Soy temperamental, pero también soy muy cerebral y controlo las emociones. La gente no sabe la verdad y se han escrito muchas mentiras. Los primeros días estuve en la cama porque me hicieron la amiocentesis, no por otra cosa; que si no sale de casa porque se está escondiendo; que si ha necesitado psicólogos con la Guardia Civil... Todo es mentira, pero vende.

–¿Temió que se pudiera complicar el embarazo?
–Sí. Durante todo el proceso nadie se preocupó por mi estado, nadie. Sólo se querían buscar noticias y eso es lo que más me ha dolido. Si no hubiera estado embarazada, me hubiera dado igual todo, pero estando embarazada hay que luchar por tu hijo para que no le pase nada, para que venga bien, estar lo más tranquila posible... Lo bueno es que yo no tenía ningún problema interior porque sabía que no era culpable.

–¿Y cómo le explicará a su hijo lo que ha vivido desde el 9 de diciembre?
–Que fue un momento maravilloso porque él se estaba gestando, pero surgió un problema que al final se resolvió bien y que su madre durante todos esos meses tuvo que estar muy concentrada para que no le pasara nada.

–¿Se ha planteado ser Secretaria de Estado para el Deporte?
–Mi objetivo ahora mismo es que soy candidata al Senado por el Partido Popular en Palencia. Nada más. En un futuro puedo ser senadora y con eso tengo que estar contenta. No sé hasta dónde podré llegar, pero en el Senado se pueden hacer muchas cosas. Y sobre eso que dice, pues... Que una mujer fuera secretaria de Estado para el Deporte sería algo extraordinariamente bueno.

–¿Y presidenta de la Federación Española de Atletismo?
–Con lo de ser senadora tengo que estar contenta. A la Federación se le ha intentado hundir con todo esto y yo creo que desde que empecé a competir con 17 años, su trabajo ha sido muy positivo.

–¿Qué le pareció la reacción del presidente Odriozola?
–Si le dicen que estoy metida en el ajo hasta dentro... Me hubiera gustado que hubiera actuado de otra manera, pero le entiendo.

–¿Y la de sus colegas atletas?
–Para mí, la persona es lo primero. Cada uno toma las decisiones que cree convenientes en su vida y yo no soy quien para juzgarlas porque yo soy atleta, no jueza.

–¿Cómo asume que ya le pidan medalla para Londres?
–Estoy acostumbrada. Siempre que Marta Domínguez corre, se le pide medalla. Yo siempre he sido muy cauta y ahora más. Cuando estoy bien, es difícil conseguir una medalla así que... Cuando vas a llegar muy justita, muy justita, si es que llego, va a ser más difícil.

–Hay casos en que la maternidad ha «mejorado» a atletas, como sucedió con las medallas de Natalia Rodríguez o Nuria Fernández.
–Sí, pero tiene que pasar un tiempo hasta que se vea esa mejoría. Hormonalmente dicen que lo notas, pero lo que hay que hacer es trabajar mucho para que el cuerpo soporte los entrenamientos. Hay que escuchar al cuerpo e ir muy poco a poco y hay que considerar que es muy fácil lesionarse si te pasas con el trabajo. Si no tengo problemas físicos puedo llegar a los Juegos. Lo que necesito ahora es base porque he estado diez meses sin entrenar, como si hubiera estado lesionada, y no puedo vivir de las rentas.

–Cree que puede volver a ser la atleta de 2009 o 2010.
–La cabeza es la de siempre, ahí no hay problema. Hay días que parece que vas muy bien, pero al día siguiente hay dolores musculares a los que no estás acostumbrada. Casi todos los días hay un dolorcillo nuevo. Cadera, pie, algún tendón... No son graves, pero hay miedo a que un día se rompa y entonces...

–¿Con quién se entrena?
–De momento sola porque César Pérez no puede entrenarme porque sigue imputado en el caso. Todavía no hago trabajo de técnica porque mi cuerpo no me lo permite, pero espero que en unos meses se solucione el tema de César y podamos trabajar otra vez. Es el que me va ayudar para los Juegos como lo ha hecho para Pekín, Barcelona o Berlín.

–¿Y la cinta rosa?
–Ahí sigue.

 

LA PORTADA PARA EL RECUERDO
Marta confiesa que no es mucho «de leer periódicos y que para hacer portadas, elegir temas y poner fotos ya estáis vosotros». Su último gran éxito deportivo llegó a finales de julio de 2010. Fueron los Campeonatos de Europa en Barcelona y allí ganó la plata en los 3.000 obstáculos. Cuatro meses y medio después llegó el escándalo de la «Operación Galgo». «A mí alguien me ha querido hacer culpable de algo, de lo que fuera. Yo tenía que ser culpable sí o sí. Y por eso se inventaron cosas. No hay ninguna prueba contra mí y me han querido hacer culpable hasta el final. Después de lo que montaron podían haber dicho casi que había matado a Kennedy. Tengo la conciencia muy tranquila. Desde el principio dije que no tenía nada que esconder, que era inocente y que volvería a correr cuando diera a luz y eso es lo que he hecho». (Pinche para ampliar)