Monti adelgaza en 26000 millones el Estado italiano

ROMA- Mario Monti tiene dos grandes preocupaciones: disipar las dudas de los mercados hacia Italia y conseguir que la economía de su país remonte. Para ello, el primer ministro italiano va a poner en marcha un nuevo plan de ajuste valorado en 26.000 millones de euros que se extiende hasta 2015. El objetivo del «tijeretazo» es claro: adelgazar el Estado para reducir el déficit y la deuda, tranquilizar a los inversores y facilitar así a medio plazo el crecimiento económico. Las medidas más importantes del ajuste son el despido de trabajadores públicos, el recorte del gasto sanitario y la eliminación de provincias.
Buena parte del ahorro se logrará a costa del funcionariado. Serán prejubilados o despedidos el 10% de los efectivos de la función pública y el 20% de sus dirigentes, lo que supone que entre 250.000 y 300.000 trabajadores públicos irán a la calle. Se pretende que el número de asalariados con que cuenta el Estado pase de los 3,25 millones de ahora a menos de 3 millones. Los 48 años de edad media que tienen los funcionarios hace pensar que la mayor parte de las salidas serán por medio de prejubilaciones.
También habrá recortes en Sanidad. Se eliminarán 18.000 camas de los hospitales y se reducirá el gasto farmacéutico para ahorrar 5.000 millones de euros. Aunque se ha evitado el cierre de centros sanitarios pequeños, como amenazaba el primer borrador del plan de ajuste, el nuevo «tijeretazo» ha provocado la firme protesta de las gobiernos regionales, que son los que tienen las competencias en materia de Sanidad. Sus responsables advierten de que con estos recortes y los aprobados durante los últimos meses sus presupuestos en este campo han descendido un 10%.
Otra de las medidas estrella es la supresión de alrededor de la mitad de las 110 provincias italianas. A partir de ahora deberán englobar al menos 350.000 habitantes y 50 ayuntamientos. De esta forma sólo quedarán 60 provincias, diez de las cuales serán áreas metropolitanas de las ciudades más grandes del país.
La factura de la Justicia se verá adelgazada por medio de la supresión de 37 tribunales. Lo mismo ocurrirá con el coste de la política, pues se recorta a la mitad el dinero dedicado a pagar los coches oficiales. El plan de Monti supone también un pequeño alivio para algunos. Gracias al ahorro logrado se extenderán las ayudas a 55.000 de los prejubilados que se habían quedado sin trabajo y sin pensión.