Bruselas

Entre tontos o malos de remate por José CLEMENTE

La Razón
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Hay políticos en esta Región y periodistas «correveidiles» a su servicio que usan la menor excusa para hacer daño o servir intereses ajenos a los que demanda la deontología profesional. Se trata, cuando menos, de seres despreciables para los que el «todo vale», incluso el extender la basura de la infamia por donde quiera que vayan. Me vienen a la memoria aquellas desafortunadas declaraciones de la ministra de Medio Ambiente y Agua, Cristina Narbona, cuando hizo creer a los noruegos que en España, y más concretamente en Murcia, se regaban nuestras hortalizas con aguas fecales. La reacción contra nuestros productos agrícolas no se hizo esperar y el boicot a ellos se puso en marcha apenas unas horas más tarde de la irresponsable declaración. Aunque días después llegaron las disculpas por parte del Gobierno Zapatero y de la propia Narbona, el mal ya estaba hecho. Más tarde vino lo del «e-coli» y, por lógica cartesiana, nadie creyó a un Gobierno que meses antes había puesto en tela de juicio la salubridad de nuestros productos. Ayer, con motivo de la reunión que mantuvo Valcárcel con varios presidentes autonómicos en el Comité de las Regiones en Bruselas, donde se abordaba el destino de los 35.000 millones de euros que la UE piensa destinar al desarrollo del Corredor Mediterráneo, un periodista no muy lejos de la sospecha interrogaba a nuestro presidente por la quiebra de la economía regional y la inmediata intervención de la misma. Los buenos profesionales suelen callar a meter la pata, lo que me hace pensar que si uno es capaz de caer en el ridículo sin el menor atisbo de complejo alguno es que es tonto de remate o alguien le ha dictado la pregunta al lado de una columna donde se celebraba la rueda de Prensa. Y digo tonto o malintencionado porque todavía no sé qué es peor de ambas cosas. El tonto suele ser, por norma, tan peligroso como el malicioso, aunque en su descargo tenga la posible capacidad de aprender de los errores, mientras que el maligno persevera en ellas y acaba haciendo de su malas intenciones una manera de ser e ir por la vida. A Valcárcel le sobró con recordarle que fue el primer presidente autonómico que aplicó medidas de ajuste en 2010, cuando otros sacaban pecho por una economía que ya apuntaba bancarrota, y que esas medidas continuaron a lo largo de 2011 y 2012 con el fin de cumplir con el déficit y poner a Murcia donde corresponde, es decir, fuera de la crisis.