Holanda

La CE rectifica a Juncker y no pedirá más ajustes a España

Bruselas repite que «las recomendaciones ya están hechas». S&P descarta rebajar la deuda española a «bono basura»

La CE rectifica a Juncker y no pedirá más ajustes a España
La CE rectifica a Juncker y no pedirá más ajustes a Españalarazon

Bruselas- Continúa el tira y afloja sobre las condiciones del «rescate blando» del Banco Central Europeo (BCE). Cada institución, y casi cada personalidad en Bruselas y las capitales europeas, tiene una opinión diferente y ésa es la clave de que el Gobierno de España esté cuidando con mimo los detalles, a la espera de que el instrumento de Draghi se concrete.

La Comisión Europea reiteró ayer nuevamente su opinión al respecto, que discrepa con la de países como Austria u Holanda e, incluso, con la del presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker. El Ejecutivo comunitario cree que las condiciones que se deben imponer a España en el caso de que pidiera un programa de asistencia financiera para activar la compra de deuda por parte del BCE deben basarse en el trabajo ya hecho por sus técnicos, que han estudiado a fondo la situación española y que ya han emitido sus recomendaciones, publicadas en julio, en el marco del denominado «semestre europeo», por el que se controlan todas las políticas de los estados miembros y sus repercusiones presupuestarias.

«La condicionalidad ligada a un programa de asistencia (...) estará basada en las recomendaciones ya hechas a los países miembros», explicó el portavoz comunitario, Simon O'Connor.

De lo que no cabe duda es de que las condiciones finales del rescate tienen que ser contempladas en un memorando de entendimiento firmado entre el país en cuestión, en este caso España, y sus socios comunitarios, donde se incluyan «objetivos políticos específicos y plazos claros». Es decir, un documento que explicite lo que queda por hacer y cuándo. La ventaja de España es que ya negoció antes del verano las condiciones del programa de ayuda a la banca, de hasta 100.000 millones de euros, de modo que gran parte de los compromisos ya estarían adquiridos, pero por ello el Gobierno quiere ser exigente a la hora de las contrapartidas para tener seguridad de que el programa sirva para aliviar la prima de riesgo del país.

Detrás de estas nuevas tomas de posición están las palabras de Juncker, que dijo que la solicitud de un rescate por parte de España conllevaría «exigencias muy duras». Pero la opinión de la CE es distinta. Para llenarse de razón, el Ejecutivo comunitario sostiene que su postura está «en línea» con lo que defendió el presidente del BCE, Mario Draghi, cuando advirtió de que estaría sujeto a una «estricta condicionalidad».

Para curarse en salud, España mantiene contactos con los técnicos europeos para coordinar la elaboración del plan nacional de reformas que el ministro de Economía, Luis de Guindos, prometió al Eurogrupo. En principio, el proyecto no está ligadó directamente con un programa de ayuda.

Standard & Poor's (S&P) no ve probable que el rating de España pierda la categoría de grado de inversión y pase a ser «bono basura» a corto plazo, según Moritz Kraemer, jefe de calificaciones crediticias.

 

El mercado prevé una buena subasta
La prima de riesgo de invertir en deuda española se redujo ayer un 4,43%, hasta los 407 puntos básicos, en la víspera de la primera subasta de deuda a largo plazo del Tesoro (bonos a tres y diez años) tras conocer el plan del BCE para comprar deuda de los periféricos en el mercado secundario. La referencia española a una década despidió la sesión con un interés del 5,692%, lo que, trasladado a la emisión de hoy, representaría un descenso de más del 15% respecto a la última colocación de estos títulos, realizada a principios de agosto al 6,706%. En el caso de los títulos a tres años, el cupón se redujo hasta el 3,697%, una ligera caída respecto al 3,774% pagado hace quince días. Portugal volvió a colocar ayer deuda a 18 meses, emisión por la que tuvo que pagar un interés del 2,96%, por debajo del 3,15% pagado por España el martes. Alemania volvió a colocar deuda a dos años, emisión de la que el Tesoro germano se tuvo que «comer» más de 900 millones de euros de los 5.000 millones previstos. En total, colocó 4.084,4 millones de euros en deuda con vencimiento el 12 de septiembre de 2014 a un interés del 0,06%, en comparación con el 0% registrado en la anterior subasta similar celebrada en agosto.