Barcelona

Un «limitado» aeropuerto lastra el desarrollo en turismo de congresos

La falta de nuevasinfraestructuras hace perder a la ciudad 60.000 turistas de eventos al año, según el PP.

El Rey inauguró en marzo de este año la nueva terminal del aeropuerto malagueño
El Rey inauguró en marzo de este año la nueva terminal del aeropuerto malagueñolarazon

SEVILLA- El presidente de Fibes, Felipe Luis Maestro, ha alertado reiteradamente sobre la necesidad de internacionalizar el aeropuerto de Sevilla para permitir amortizar mediante un aumento del turismo de congresos la ampliación del Palacio de Exposiciones. El debate en torno a las limitaciones de San Pablo no es nuevo, pero mientras la capital hace esfuerzos ímprobos para captar oferta en este nicho de mercado, las posibilidades de crecimiento se reducen por culpa de la capacidad aérea. Dejando fuera a Madrid o Barcelona, que en materia de navegación aérea y turismo de congresos «juegan en otra liga», la capital andaluza sale muy mal parada en la comparativa con sus principales oponentes: Málaga y Valencia.
El aeropuerto de la Costa del Sol registró en 2009 un total de 11,6 millones de pasajeros, mientras que Valencia acumuló en el anual 4,7 millones, por delante ambos de los 4 millones de desplazamientos de San Pablo. En número de operaciones, Málaga (103.000) y Valencia (81.000) se distancian aún más de la capital hispalense (55.000). El peso específico y poblacional de la ciudad en el conjunto del país no se ve representado en las estadísticas de AENA. Así, aeropuertos como Palma de Mallorca, Tenerife Sur y Alicante superan con creces el flujo de Sevilla, que se encuentra por debajo también, aunque en menor medida, de Girona, Gran Canaria, Ibiza, Lanzarote o Tenerife Norte.
No obstante, la gran rémora de las instalaciones de San Pablo, sobre todo en lo tendente a su atractivo para el turismo de congresos y eventos –de mayor poder adquisitivo– es la baja presencia de compañías aéreas y su menor cualificación, siendo patente la apuesta por las líneas «low cost». Sevilla congrega a 13 compañías frente a las 46 de la capital valenciana o las 72 de Málaga. Los destinos son inferiores en número y de menor diversidad: 41 rutas por las 55 de Valencia y las 80 del aeródromo malagueño. Consecuentemente, el número de plazas de aparcamientos también es sensiblemente inferior en San Pablo y sus 62.000 metros cuadrados, con 700 de zona comercial, distan muchísimo de los 385.000 metros cuadrados ocupados por el aeropuerto de Málaga –18.000 en tiendas– después de la inauguración, en el pasado mes de marzo, de la Terminal 3.
La construcción de la T3 malagueña pone el acento en la capacidad de reinvención de la Costa del Sol para seguir afianzando su primacía turística. En Sevilla, entre tanto, no se ha planteado ninguna medida de expansión. El Ayuntamiento, no obstante, lleva años felicitándose por el crecimiento del turismo de congresos, situando a Sevilla como el tercer destino nacional tras Madrid y Barcelona. En 2007, la capital ingresó 333 millones por esta vía y el 12 por ciento del turismo que recibió la ciudad estaba ligado a los eventos. Sin embargo, la crisis ha mermado el negocio y, según el PP, Sevilla pierde al año 60.000 turistas de congresos por la ausencia de infraestructuras.