Mas: «Nadie de fuera vendrá a mandarnos»

Barcelona- Pese a que las portadas de todos los diarios hablaban ayer de que «Cataluña pide el rescate», el president de la Generalitat, Artur Mas, no dejó que la noticia le aguara la fiesta. «Nadie de fuera vendrá a mandarnos», aseguró. Aprovechó la coyuntura para defender que si Cataluña tuviera el pacto fiscal no tendría que verse llamando a la puerta del Estado para pedir dinero para poder pagar las nóminas de sus trabajadores y a los proveedores. Mas dibujó su discurso pensando en que en un futuro los libros de Historia de Cataluña hablarán del 25 de julio de 2012 como el día en que el Parlament planteó un nuevo modelo de financiación, «la última estación antes de acceder a terrenos desconocidos», describió el portavoz de CiU, Oriol Pujol. El president hizo hincapié en la trascendencia política y la carga histórica del debate, y auguró que la negociación del pacto fiscal, que tendrá lugar a partir de octubre en Madrid, con el Gobierno de Mariano Rajoy, tendrá consecuencias de «gran calado». Consciente de que la prima de riesgo se ha colado en las pesadillas de los españoles –ayer cerró a 611 puntos–, respondió a quienes le reprochan que con la que está cayendo plantee el pacto fiscal que tocaba abordar la reforma del modelo de finaciación «ahora o nunca». Mas alegó que el pacto fiscal «no es ningún capricho», que es la repuesta a «casi todas», las necesidades, inquietudes y retos del momento. Pensando en la negociación que le queda por delante, con el equipo de Rajoy, aseguró que «es una oportunidad para el conjunto del Estado si Madrid es capaz de verlo de manera diferente». Mas puso sobre la mesa ocho razones para justificar su propuesta, desde que Cataluña genera suficientes recursos por ella misma para estar entre los primeros de Europa, hasta que con la mitad del déficit fiscal tendría un déficit cero y no necesitaría hacer recortes. Arpovechando que se celebraba el 20 aniversario de los JJ OO, apeló al espíritu olímpico para obtener un gran acuerdo, pero esta táctica no le funcionó. Aunque PP y PSC comparten que el déficit fiscal es «insostenible», no apoyaron su propuesta. El PP teme que este entusiasmo acabe en frustración y propuso trasladar este esfuerzo a un pacto de país para luchar contra la crisis.