La Ronda de los Pitufos

Aterrorizados ante la idea de terminar en uno de los brebajes del malvado, decidieron esconderse en un pueblo real que les dará cobijo hasta que el 12 de agosto vuelvan a la luz en las salas de cine. No quieren que nada estropee su gran momento. Tomada esta decisión, ahora sólo les faltaba encontrar el pueblo, y no podía ser uno cualquiera: necesitan un bosque frondoso en el que abunden las setas para poder convertirlas en sus casas.

Cálida bienvenida
De todo el mundo, y tras una intensa búsqueda, los pitufos decidieron instalarse en la serranía de Ronda, en un pequeño pueblo que reúne las características que los duendes azules necesitan para vivir: Júzcar, un lugar que posee 150 variedades de setas. Sus habitantes los han recibido con agrado, incluso, para que se sientan más cómodos, han pintado sus casas de azul y han puesto a sus niños gorros blancos (en la imagen de la izquierda, dos buenos ejemplos). No existe un lugar mejor para los pitufos.

Esta semana, vecinos de toda la comarca se acercaron a la puesta de largo del primer pueblo pitufo del mundo. «Es un orgullo que hayan elegido un pueblo andaluz para constituir su aldea», dijo la modelo Eva González, madrina del acto y «muy admiradora de Pitufina», según dijo. La transformación de la localidad ha sido total. Situado en una ruta de pueblos blancos, no sólo han pintado sus casas de azul, un proceso que duró poco más de tres semanas. También han acogido a cinco pitufos cada uno y se han volcado en la organización de una jornada que congregó a decenas de periodistas en una localidad de apenas doscientos habitantes.

«En un momento de crisis, nos beneficia mucho habernos convertido en el pueblo pitufo», explica el recién reelegido alcalde, David Fernández. «Convocamos una asamblea popular para explicar esta iniciativa y, en un principio, los vecinos se lo tomaron a broma. Después, se mostraron muy ilusionados con el proyecto. La mayoría aceptó. De hecho, todos menos uno accedieron a la transformación», añade el alcalde. El «espíritu pitufo» no termina, sin embargo, con esta fiesta. Mantendrán las casas de azul durante todo el verano y organizarán actividades relacionadas con su gastronomía y artesanía, además de crear una «ruta pitufa».

Animado sí, pero muy real
La llegada de los pitufos a Nueva York marca el inicio de su aventura en el mundo real. En Manhattan encontrarán el apoyo de una pareja (Neil Patrick Harris y Jayma Mays) para esquivar a Gargamel. Realizada en 3D, el mayor logro técnico de la película es la combinación entre la imagen real de los humanos y la animación de los pitufos.