Pitingueando

La 51 edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión navega ya a velocidad de crucero en un año afectado, como todo en España, por la pertinaz crisis, más dura que las pertinaces sequías del franquismo. Aún así el listón no ha bajado, y tanto la actividad paralela, llena de actos de todo tipo, como las galas, repletas de estrellas flamencas, o el mismo concurso que da todo el sentido al certamen, van a mantener un excelente nivel de calidad. Lo visto hasta ahora así permite afirmarlo, empezando por la actuación del popular artista que abría las galas la noche del pasado viernes, el versátil cantaor-cantante onubense Pitingo, quien ante un variopinto público que pitingueó durante más de dos horas., presentó, a la vez heterodoxo y jondo, su último disco, «Olé y amén», que funde el flamenco con las influencias afroamericanas (soul, blues, góspel). Antes hizo un repaso a estilos más puros, desde las soleares a las bulerías, sin olvidar los fandagos de su tierra. Hubo también bulerías, muchas bulerías, o soulerias, como él prefiere denominar sus fusiones. A su manera singular, evidentemente distinta, continuaba pitingueando atractivas versiones populares como el inolvidable «Me matas suavemente con tu canción» de Roberta Flack, el «Yesterday» de The Beatles, el pegadizo «Devórame otra vez» o el sentido «Cucurrú paloma», que versionó bajándose del escenario para acercarse más a un público que, pese a su flamenquismo unionense, se levantó para pitinguear feliz El Festival está aquí de nuevo para quedarse sin descanso hasta bien entrada la madrugada del próximo día 14, cuando el jurado anuncie los nombres de los ganadores y, quizás, nazca una nueva estrella para el mundo flamenco. Ojalá.