Silva y el aceite

Anda el sector español del aceite de oliva empeñado en conseguir que Bruselas autorice la ayuda al almacenamiento privado de este producto. La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, volvió a pedir el pasado jueves esta medida durante su visita a Bruselas para asistir a la reunión del Consejo Agrícola. El comisario dijo que lo va a estudiar. La verdad es que algún avance se ha producido, ya que meses atrás señalaba que no se reunían las condiciones previstas en la normativa comunitaria. Fuentes del Ministerio han señalado, por otro lado, que tras las conversaciones mantenidas entre Aguilar y Dacian Ciolos, el rumano que se encarga de las competencias agrarias, es casi seguro que se apruebe en una de las próximas reuniones del Comité de Gestión correspondiente. Sin embargo, otras veces también se han mostrado optimistas y al final los servicios de la Comisión han dicho que «nones». En este contexto se debe recordar que el comisario es Ciolos, pero que el número dos, es decir, el director general de Agricultura, José Manuel Silva, es español, y por lo que se ve va a actuar en este su segundo mandato como en el primero, presentando propuestas que perjudican los intereses españoles, o no planteando aquellas medidas que pueden suponer un beneficio. Vale que todos los funcionarios comunitarios deben ser neutrales, pero una cosa es eso y otra muy diferente que desde los servicios dirigidos por Silva hayan salido planteamientos e ideas muy perjudiciales para el campo español. Parece que las organizaciones agrarias no se quieren enterar de eso. Por ejemplo, el pasado viernes hubo una manifestación multitudinaria en Jaén para protestar por la crisis del olivar. Pues allí no se escucharon críticas al citado Silva, que tiene una rara habilidad, la de irse siempre de rositas.