Crisis económica
Casa de la Caridad alerta del riesgo de exclusión social que corre la clase media
Valencia-El comedor y los servicios sociales que ofrece la Casa de la Caridad de Valencia asisten desde hace meses al drama de las víctimas de la crisis económica y son testigos del cambio del perfil del usuario. De los toxicómanos, enfermos mentales y gente sin hogar, han pasado a atender a muchas «personas normalizadas». Y es que, cada vez más familias de clase media acuden a la sede de la ONG valenciana para comer o cenar porque el sueldo, si tienen la suerte de contar con uno, no les alcanza para llegar a fin de mes. Pero a los responsables de la entidad no les preocupa sólo la cantidad de hogares estables que se ha llevado por delante la actual coyuntura, sino que la situación se alargue. «La clase media se encuentra en la antesala de la exclusión social. De momento, están aguantando el tirón, pero si el problema se prolonga, estas personas corren el peligro de no poder reinsertarse», explicaba ayer al respecto el vicepresidente de la Casa de la Caridad, Fernando Giner. «La clave es no permitir que esta situación se convierta en crónica, sino que sólo sea temporal».
Actualmente uno de cada tres de sus usuarios es de origen valenciano, y de éstos, la mayoría son de clase media. De hecho, la entidad acogió el mes pasado a 42 familias de estas características.
Más ayudas públicas
La Casa de la Caridad repartió el año pasado más de 335.000 raciones de comida y proporcionó cama a cerca de 23.000 personas, tal y como se recordó ayer durante la entrega de los premios con los que reconoce la labor de organizaciones, empresas y particulares que han destacado por su compromiso con la entidad.
Su presidente, Antonio Casanova, aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a las Administraciones y reclamar un mayor apoyo económico. A su juicio, habría que estudiar el destino de los recursos públicos disponibles y destinar más a los casos más urgentes, «porque hemos demostrado transparencia».
Los galardones de la Casa de la Caridad recayeron este año en Colebega, concesionaria de Coca-Cola; en los periódicos valencianos Levante-EMV y Las Provincias y en la asociación de Amas de Casa Tyrius.
Asimismo, se premió la contribución de Fernando Rodríguez, en la categoría de Compromiso Personal y de la religiosa Concepción Hornero, en el apartado de Voluntariado.
Transparentes
- La entidad reclamó ayer más subvenciones por parte de las Administraciones porque creen que, no sólo lo merecen, sino que, además, han demostrado ser una organización transparente.
- Las empresas privadas mantienen sus ayudas pese a la crisis.
- La ONG quiere alcanzar los 3.000 socios. Las donaciones particulares no bajan.
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