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Benedicto XVI

Sigue la partida por Santiago Martín

La Razón La Razón

Todo parece indicar que la negociación se ha roto y que ya no hay nada que hacer. El «no podemos» pronunciado en una homilía por monseñor Fellay ha sido interpretado por la mayoría como un portazo dado por los lefebvrianos a la generosa oferta de Benedicto XVI para que vuelvan a la Iglesia católica.

Yo no estoy tan seguro de que esto sea así, aunque quizá vaya a ser eso lo que suceda más pronto o más tarde.

Lo que creo que ha hecho Bernard Fellay ha sido pasarle la pelota al bando contrario y dejar que sea el Vaticano quien resuelva. En esa misma homilía, el superior de los lefebvrianos también ha dicho que estaban dispuestos a firmar un acuerdo si se admitía por parte de Roma que ellos, los tradicionalistas, no aceptaran la doctrina del Concilio Vaticano II sobre el ecumenismo y sobre la libertad religiosa.

Es decir, en realidad lo que Fellay ha hecho es lo contrario de lo que dicen que ha hecho: ha dicho sí pero con condiciones y ahora le toca al Vaticano decir si acepta o no las condiciones.

Si lo hace –problemas teológicos aparte, que son muchos y graves-, volverán al redil católico.

Si no lo hace, los lefebvrianos podrán decir que si no se ha producido el acuerdo no ha sido por culpa de ellos.

Benedicto XVI, como Papa, tiene la penúltima palabra. La última, en realidad, la tiene Dios. De momento, la partida sigue.

Santiago Martín