Conciertos

Kissin más maduro

IbermúsicaObras de Franz Liszt. Piano: Evgeny Kissin. Madrid, Auditorio Nacional, 13-I-2011.

La Razón
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De los grandes compositores románticos para piano, Liszt es sin duda el menos interpretado en las salas de conciertos. Por ello es especialmente destacable que Ibermúsica haya querido dedicar un programa monográfico al compositor húngaro en el bicentenario de su nacimiento, que se celebra este año. Y es que pocos artistas pueden enfrentarse a una obra de estas dificultades, que abarca, como muy bien señala José Luis García del Busto en sus siempre precisas notas, desde el susurro intimista hasta la exaltación patriótica.

A sus 39 años, Evgeny Kissin ha dejado de ser aquella proeza que nos deslumbró con el Primer Concierto de Tchaikovsky con Herbert von Karajan en la Gala de Fin de Año de la Filarmónica de Berlín en 1988 para convertirse en uno de los pianistas más sólidos de la actualidad, dotado de una técnica extraordinaria, puesta al servicio de una expresividad de primer orden, un sentido cantable y un sonido de una belleza singular, algo que sólo es patrimonio de los más grandes. El músico ha alcanzado, además, una madurez interpretativa extraordinaria, como evidenció en la magníficamente estructurada «Sonata en si menor», cima del pianismo lisztiano, precedida por una magnífica versión del «IX Estudio de ejecución trascendental», que lleva el evocador título de «Ricordanza».

Aunque lo mejor del recital se dio en «El valle de Obermann», esa especie de visionario poema sinfónico lleno de desolación, después de unos poderosos «Funerales», dedicados a los amigos caídos por defender a su patria. Las miniaturas de «Venezia e Napoli», entre melancólicas y danzables, cerraron este estupendo concierto, que aún arrancaría dos «bises».