Lisboa

ANÁLISIS: Portugal elige quién le sacará de la crisis por J L SEMPRÚN

Seguidores de Pedro Passos Coelho celebran anoche en las calles de LIsboa la victoria electoral
Seguidores de Pedro Passos Coelho celebran anoche en las calles de LIsboa la victoria electorallarazon

- ¿Quién ha ganado las elecciones en Portugal?
–El PSD es el partido socialdemócrata, equiparable al Partido Popular español. Ambos coinciden en el Partido Popular Europeo. Su ideología representa más al centro que a la derecha, que está representada por el CDS-PP.

- ¿Qué se jugaban los portugueses en estas elecciones?
–La compleja situación portuguesa, con el país de hecho intervenido por los organismos internacionales que exigen un duro programa de ajuste económico, hizo caer al Gobierno socialista de José Sócrates. Los portugueses votaban ayer qué Gobierno prefieren para una salida de la crisis.

- ¿Por qué ha perdido el Partido Socialista?
–Por su pésima gestión. Los socialistas han incumplido sus promesas y su crédito se agotó al tiempo que empeoraba la economía y subía el paro.

- ¿Por qué ha crecido tanto el voto para el PSD?
–La abstención, superior a la de anteriores comicios, indica un castigo a los socialistas mayor del esperado por los sondeos previos. Sobre todo cuando hace sólo dos años que los socialistas ganaron en la urnas al PSD. No ha calado tampoco la estrategia de demonizar al PSD acusándole de obstruccionismo, no aportar soluciones y aprovecharse de la situación para llegar al poder.

- ¿Formarán coalición el PSD y el CDS-PP?
–Este partido de derecha es un viejo socio del PSD en anteriores Gobiernos. Pero también lo ha sido del PS en alguna ocasión. En este caso se duda de que formen gobierno con los socialdemócratas y quizá se limiten a apoyos parlamentarios puntuales. Sí, en cambio, se descarta un apoyo al PS.

- ¿Puede formarse una alianza de izquierda?
–No. La izquierda, en bloque, está en desacuerdo frontal con el plan de reajuste firmado con el FMI y el Banco Central.


José Luis Semprún
Adjunto al director de LA RAZÓN