Andalucía

Paradoja cruel

La Razón
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Esta semana han sido protagonistas los ancianos. No porque les hayan rendido el homenaje que muchos merecen, sino por una trágica realidad que nos hace reflexionar. Un descuido condujo a la paz eterna a dos de ellos con demencia senil, algo involuntario y desafortunado, pero el verdadero drama lo viven aquellos que son llevados por sus familiares a las urgencias de un hospital por alguna dolencia física, pero nunca son recogidos. La familia se justifica en que no puede hacerse cargo de ellos. Y es que mientras que en Andalucía, por ejemplo, pueden destinarse 1.800 euros a las «represaliadas» por el franquismo, no hay dinero para las imperiosas ayudas que iba a ofrecer la Ley de Dependencia. Cierto que la asfixia económica está ahogando a muchas familias, pero no existe motivo para deshacerse de alguien que, además de ser un familiar, probablemente ha sido de gran ayuda en las labores cotidianas e incluso en la crianza de los hijos, pero que, por su avanzada edad o afecciones inoportunas se ha convertido en «una carga». Nosotros también fuimos una carga para ellos, pero nos sacaron adelante. Jamás se les pasó por la mente abandonarnos.
Como aún les queda luchar por sus derechos, asociaciones de jubilados luchan contra la congelación de las pensiones para el año 2011, pero lo triste es que para algunos, la batalla perdida está en su propia casa.