Ciencias naturales
«En los recibos de la luz y el agua puedo ahorrar hasta un 50%»
«Illa de Arousa» es un claro ejemplo de cómo se puede vivir en un casa sostenible sin necesidad de derrochar metros cuadrados o tener una vivienda unifamiliar
Diseñada por el arquitecto gallego Alfonso Penela, este complejo está repartido en 2.000 m2 de zonas comunes. Dispone de viviendas unifamiliares y bloques con apartamentos, dúplex o áticos. La sostenibilidad de este residencial en el que vive Enrique Rodríguez no sólo viene de la mano de los eco-elementos, sino también del emplazamiento, enmarcado en el paraje natural de las Rías Baixas y a escasos metros de la playa del Cabodeiro y el Parque Natural de Carreirón.
El diseño está pensado para que las viviendas sean lo más eficientes posibles en cuanto a gastos de luz, ventilación y agua. El arquitecto ha incorporado en los apartamentos tabiques móviles a modo de puertas correderas de modo que los dormitorios pueden abrirse al salón compartiendo la luz de las tres habitaciones y ampliando a la vez el espacio y las vistas tangenciales.
Con el mismo objetivo, en las zonas de pasillos hay unas celosías que son las que cierran los patios y que aportan ventilación y luz natural. En esta línea, los pasillos están iluminados con lucernarios desde el techo y partes del suelo con vidrio. Así, la luz natural entra desde la cubierta hasta la planta baja. Lo que también contribuye a reducir el consumo es la instalación en los espacios comunes de bombillas de bajo consumo PL con detector de presencia.
En los meses de verano, los patios actúan como chimeneas generando una ventilación cruzada que, abriendo los ventanales ofrece la posibilidad de generar una corriente que permite refrescar la casa. Para lo días fríos, las viviendas están dotadas con calefacción por suelo radiante. Las placas solares, que ocupan casi la totalidad de la cubierta de los bloques, sirven para el agua caliente, e incluso para calentar el agua de la piscina.
Rodríguez reconoce que de todos los elementos sostenibles que incorpora la casa, el que más ventajas le reporta como propietario son las placas solares. En este sentido, afirma que, aunque no vive a diario ahí, calcula que «en los recibos de la luz y el agua se puede ahorrar hasta un 50 por ciento».
Cubiertas vegetales
Según explica Penela, las cubiertas vegetales de los unifamiliares son autosuficientes y el resto de las zonas comunes se riegan con un aljibe que a menudo tiene que bombear porque les sobra agua. «Hay que intentar en la medida de lo posible cerrar el ciclo de la mochila ecológica –afirma–. Es decir, no es sólo con qué construyes sino cómo. Así que hemos procurado que la construcción sea los más seca posible y, generar así, el menor número de residuos».
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