Fumar en las casetas de la Feria de Sevilla también pasó a la historia

 La duda había calado en los mentideros hispalenses casi al mismo tiempo en que el Gobierno aprobaba la Ley Antitabaco: ¿se podrá fumar en las casetas?; ¿son recintos públicos o privados?; ¿debe determinarlo la Administración o el titular de la caseta?

Todos estos intrrogantes se despejaron ayer por parte del Ayuntamiento. Un informe del secretario municipal, a requerimiento de la Delegación de Fiestas Mayores, confirma la prohibición de fumar en las casetas de la Feria. El texto considera «que no está permitido consumir productos del tabaco en las casetas de la Feria de Sevilla» y alega cuatro motivos básicos: la cualidad de espacios «cerrados» y «cubiertos» de estas estructuras, su uso «público, en muchos casos, o colectivo, en la mayoría», la presencia de menores y «trabajadores del sector de la hostelería» y la elaboración y venta de alimentos en las casetas.

El Ayuntamiento rechaza, asimismo, que sea el titular de la caseta, ya sea pública o privada, quien decida la prohibición o no, si bien deja su dictamen a expensas de lo que pudiera decidir ulteriormente la Administración competente, en este caso la autónoma. El veto al «cigarrillo» en la Feria no ha lugar, en cambio, en los espacios abiertos del Real, ni siquiera en la Calle del Infierno –tradicional ubicación de las atracciones infantiles–, ya que «no puede sostenerse que exista una zona acotada exclusivamente para el juego y el esparcimiento de menores», debido a que este espacio también es transitado por adultos.

Este informe sólo deja la puerta abierta, a cuenta de recientes manifestaciones de la Junta de Andalucía, a permitir fumar en casetas que hagan esquina con espacios abiertos, pero el Consistorio hispalense lo considera un «agravio comparativo», por lo que dicha excepción no tiene visos de prosperar. La Feria 2011 se celebrará así en medio de dos escenarios históricos: su inicio en el mes de mayo y el veto al cigarrillo en las casetas.