Pamplona
Endika Rodríguez: «Somos los discípulos del ‘‘todo vale''»
Nació: Pamplona, 1982. Una película: «El caballero oscuro». Un libro: «El hobbit». Un grupo de música: Bocanada. Dentro de 20 años: como también soy arquitecto, me gustaría dedicarme al interiorismo.
–Organiza los Premios Massnoche Navarra. ¿Reconocen la excelencia?
–Exacto, al buen trabajo en los negocios –pubs, discotecas– de Navarra. Aquellos que fomentan un ocio más responsable y profesional.
–Imagino que nada de botellón.
–Es un error reducir el mundo de la noche al botellón, la droga o el bakalao. Ocurre, pero también existe un ocio mucho más sofisticado y con más atención por el detalle.
–¿Cuántos años lleva en la noche?
–Tengo 29 y llevo en la hostelería desde hace diez ejerciendo de relaciones públicas. La verdad es quela ocupación de los camareros o los relaciones públicas está muy poco valorada. Yo, por ejemplo, en contra de lo que se pueda pensar, no disfruto de la noche porque estoy trabajando. Cuando descanso no sé qué hacer. Además siempre estoy pensando en proyectos diferentes y creativos como fiestas temáticas, una semana del cóctel... Hay que mostrar el lado más positivo del ocio nocturno.
–Se dice que los jóvenes como usted están inmersos en una crisis de valores.
–Creo que no sólo a los jóvenes, le sucede a toda la sociedad y, de alguna forma, nosotros somos discípulos del «todo vale» a la hora de buscar resultados. Da igual cómo lo consigas o las herramientas que utilices.
–¿Cree que son víctimas de un «techo de cristal» que les impide crecer?
–Pienso que, sobre todo, estamos muy despistados. Nos educaron para estudiar, después si no nos casábamos a los 30 éramos ya un caso perdido... Pero la sociedad ha cambiado, ya no valen esos patrones. Ahora ser soltero está de moda y casarse es sinónimo de antiguo.
–E internet marcándoles las tendencias...
–Sí, a cada usuario le ha concedido un poder increíble, pero también tiene sus cosas malas.
–¿Por ejemplo?
–Se están desvalorizando las relaciones. Al ser virtuales, se pierde el contacto, el trato diario. Los chats o las redes sociales crean mucha dependencia a alguna gente. Les crea un problema. No quiero pensar qué pasaría si a algunos de ellos les quitasen internet durante tres días.
–¿Cómo ve el movimiento de los «indignados»?
–Es una respuesta, pero no es «la» respuesta. No debemos sobredimensionarlo. Hay otros movimientos, otras asociaciones ya formadas que pedían cambios desde hace tiempo sin tener que acampar en ningún sitio.
–Si le oyese un político...
–Le pediría que hiciesen las cosas lo mejor posible y con más sensatez. El problema de la vivienda es terrible. Hay miles de pisos vacíos mientras los jóvenes no pueden acceder a ellos. Sin duda, algo falla.
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