Francia

La píldora del día después desbanca al preservativo

Cuando aún no se ha cumplido un año de la libre dispensación, ya se ven algunos efectos de la polémica medida.

La píldora del día después desbanca al preservativo
La píldora del día después desbanca al preservativolarazon

La liberalización de la píldora del día después empieza a dejar su impronta en las estadísticas... y en la vida diaria de los ciudadanos. Las cifras son muy reveladoras al respecto. Como se recordará, el producto fue introducido en España y autorizado bajo prescripción en la época de Celia Villalobos como titular del Ministerio de Sanidad, en el año 2001. Sin embargo, empezó a comercializarse en las farmacias de nuestro país de forma totalmente libre y sin necesidad de receta médica el pasado 28 de septiembre de 2009, desatando una agria polémica.

El Ejecutivo socialista anunció por sorpresa su decisión cinco meses antes, a principios de mayo, a través de las titulares de Igualdad y de Sanidad, Bibiana Aído y Trinidad Jiménez, que comparecieron de forma conjunta para comunicar la decisión. Mientras esto sucedía, las cifras de ventas de preservativos en nuestro país cayeron en picado, lo que confirmaría las predicciones de los que apuntaban que el acceso sin ningún tipo de traba al controvertido cóctel de estrógenos por parte de las mujeres dispararía los actos sexuales sin protección, lo que aumentaría a su vez la prevalencia de las enfermedades de transmisión sexual y de las patologías venéreas.

Los datos en poder de la consultora Nielsen, a los que ha tenido acceso LA RAZÓN, son demoledores al respecto. En 2009, año de la desaparición de todo tipo de obstáculos para la adquisición de la polémica píldora en sus dos presentaciones comerciales –Norlevo (Chiesi) y Postinor (Bayer)–, se comercializaron en España un total de 124,795 millones de unidades de preservativos, una cifra que, a priori, parece muy elevada, pero que, no obstante, resulta bastante inferior a la alcanzada en 2008, año en el que ascendió a los 126,734 millones.

Uso extendido

En total, pues, las empresas fabricantes de estos productos vendieron casi dos millones menos de unidades en el año de la liberalización del fármaco. La cifra de venta de preservativos en 2008 es también ligeramente inferior a la de 2007, año en el que se comercializaron 128,965 millones de dosis, aunque fuentes del sector sanitario lo achacan a que en ese período de agilizó de forma indirecta la dispensación de este polémico fármaco, al extenderse su uso en los centros de planificación familiar adscritos a las diferentes comunidades autónomas y a los consistorios municipales.

Se da la circunstancia de que el drástico descenso en la venta de preservativos en 2009 no puede vincularse en forma alguna a una bajada correlativa de la población española. De hecho, de acuerdo con los datos sobre la evolución demográfica que recopila el Instituto Nacional de Estadística (INE), nuestro país registraba 46.745.807 millones de habitantes en 2009. En 2008, la cifra era de 46.063.511 millones de ciudadanos. En total, el aumento fue de 682.296 personas. En 2007, el INE registraba una población de 45.200.737 de habitantes.

Cuatro millones en dos años

Así pues, las cifras revelan que pese a contabilizarse un aumento de 1.545.070 personas en España entre 2007 y 2009, las ventas de preservativos han caído durante el mismo periodo en 4,1 millones de unidades. Entre medias, el único cambio significativo que se ha producido es la eclosión de la píldora y su extensión por el mercado español.

La liberalización de la píldora ha estado rodeada de polémica desde el anuncio de la misma. Como informó este periódico, el Ministerio de Sanidad y Política Social tuvo que conferirle un «estatus singular», calificándola de «medicamento ético», algo inédito en este tipo de fármacos. El motivo es que dicho estatus era el único posible para permitir la comercialización libre del producto en farmacias, sin necesidad de receta médica, pero sin posibilidad de anunciarse en los medios de comunicación, dados sus potenciales riesgos.

Sería así una «especialidad farmacéutica publicitaria anómala», sin parangón en el mercado español. Además, la polémica se recrudeció después de que LA RAZÓN adelantara un informe de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en el que se alertaba del riesgo de tromboembolismo venoso y otros trastornos, asociados a la ingesta continuada del fármaco, sobre todo cuando la usuaria es una mujer joven.


La mala experiencia europea
Cuando el Gobierno anunció la libre dispensación de la píldora del día después, uno de los motivos aducidos fue seguir el ejemplo de otros países europeos y de EE UU, donde ya se vendía sin necesidad de receta médica. Sin embargo, la experiencia de otros países no ha sido positiva. En Francia, un reciente estudio del Gobierno que analiza la Ley del Aborto de 2001 concluye que entre esta fecha y el año 2005, la venta de píldoras postcoitales aumentó un 72 por ciento. Sin embargo, esta subida no se tradujo en un descenso de los abortos.