Navacerrada

Navacerrada es el destino de excursionistas, de contemplativos aficionados a la nieve, escaramuza invernal de fin de semana y disfrute de los que aman el deporte blanco. Nuestro Puerto de Navacerrada sufrió durante años un auténtico atropello por esas avalanchas domingueras que lo ocupaban sin orden ni control, por el desarrollismo urbanístico de su entorno y la falta de cultura de protección medioambiental en las instituciones. Este punto sensible del ecosistema madrileño necesitaba de un Plan de Recuperación Ambiental. Y es el que presentó el pasado miércoles la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que alcanzaba su nivel más alto (sobre una telesilla) en la Bola del Mundo. A última hora se decidió salvar de la piqueta el viejo caserón del Club Alpino Guadarrama, que está en desuso y que será rehabilitado. Se renovarán sendas, se recuperarán zonas boscosas, se plantarán especies autóctonas y se rescatará el viejo y romántico paseo entre la estación del tren y lo más alto del Puerto, para facilitar el acceso a las pistas de los esquiadores. El Puerto de Navacerrada necesitaba un «lifting», un plan de conservación, protección máxima para seguir siendo ese paraje blanco de una Comunidad mesetaria que no pierde su vocación de ser montaña y nieve.