Teatro

Galicia

Una cartelera terrorífica

Los espectros se aparecen, los no muertos buscan alimento, los dementes andan sueltos... Y las risas resuenan. Madrid tiembla este fin de mes con «Manicomio» y «Evil Dead»

Una de las peligrosas enfermeras de «Manicomio» con un «paciente» al fondo. Un consejo: no se pongan a su alcance...
Una de las peligrosas enfermeras de «Manicomio» con un «paciente» al fondo. Un consejo: no se pongan a su alcance...larazon

L a oscuridad cae sobre la tierra, la medianoche está a punto de llegar. Las criaturas se arrastran en busca de sangre para aterrorizar al vecindario. Cualquiera que se encuentre sin corazón para soportarlo deberá vérselas con las hordas del infierno y pudrirse en el interior de un cadáver... ¿Han reconocido la parrafada? Era Vincent Price poniéndonos los pelos de punta al final del «Thriller» de Michael Jackson. En su soliloquio, coronado con una risa demente, estaba quintaesenciado el espíritu de las películas de terror y de esa fecha tan «yankie» –y cada vez, inevitablemente, ya tan nuestra– como es Halloween, la noche de los fantasmas, las brujas, los vampiros y los zombies, de los niños disfrazados y del truco o trato, un día en el que el miedo se normaliza y acepta, convertido en un fin lúdico en sí mismo. Ese espíritu guía a dos potentes producciones escénicas, ambas españolas, que llegan a la cartelera madrileña esta semana, coincidiendo con Halloween (el próximo miércoles 31) y con nuestro tradicional Día de Todos los Santos (jueves 1 de noviembre). ¿Dispuestos a temblar?

«Manicomio»
Dónde: Escenario Puerta del Ángel. Casa de Campo. Madrid.
Cuándo: hasta el 6 de enero. De jueves a domingo.
Cuánto: De 18 a 38 euros.

Circo, teatro, cabaret... ¿Qué es «Manicomio»? El nombre de la compañía lo define en parte: Circo de los Horrores. Así se llamó también su primer espectáculo. «Me gusta el terror, como cualquier otro género bien tratado, pero no soy un friki. Es una cuestión más comercial; me preguntaba: ¿cómo atrapo a los chavales de 18 o 20 años? Me iba a las colas de los cines, en La Vaguada o en Kinépolis, a ver qué genero les interesaba más. Y el terror ganaba por goleada», reconoce sobre el origen de este proyecto su creador, productor –junto a Manuel González– y protagonista, el clown gallego Suso Silva. Tras funcionar como la seda aquel primer montaje, Silva y su compañía vuelven a Madrid con «Manicomio», una segunda entrega ambientada en un frenopático del XIX en el que pululan toda clase de dementes. «Lo siento por quien haya visto el primer espectáculo y le guste ese mundo habitado por vampiros y niñas poseídas: les vamos a explicar que nada de eso era real. El personaje principal, Nosferatu, no es el rey de los vampiros, sino de los locos; y no hay tal castillo, sino un viejo, decrépito y olvidado manicomio», cuenta Silva, maestro de ceremonias además bajo el maquillaje de Nosferatu.

El actor remarca que «tenemos un público muy chulo y fiel esperándonos, pero el primer montaje funcionó tan bien que estamos muertos de miedo». No lo dice por el que dan sus caracterizaciones, sino por el pavor a un estreno en Madrid. Y eso que ya llevan medio año de gira por España. «Vienen a vernos desde chavales de catorce años, una nueva generación de consoleros, informáticos y jugadores acérrimos de la Play, hasta veinteañeros de botellón, yuppies y "chavales"de cincuenta. Tenemos un target muy amplio. Pero, sobre todo, es un público joven y ávido de cosas nuevas».
De «Manicomio» cuenta que es «un espectáculo muy bien montado, poético y tremendamente divertido». Y, por otro lado, «sigue siendo un cabaret, un show muy interactivo, noctámbulo y golfo, con un humor gamberro y actual. El público es una parte importante: le pondremos camisas de fuerza y en muchos casos lo sacaremos a la pista con nosotros». Y, evidentemente, hablamos a la vez de un circo, con sus acrobacias y contorsiones, cuarenta y cinco artistas en escena que van de payasos degenerados a sonámbulas colgadas del techo y equilibristas exhibicionistas. Una «troupe» de freaks maquillados que lo mismo nos llevan al País de las Pesadillas que juegan con diábolos; enfermeras de mirada psicótico-lasciva con jeringuillas como piercings labiales, equilibristas bielorrusos, malabaristas ucranianos, acróbatas moldavos... «Es una producción bastante más bestia, mayor que la anterior. La escenografía, el trabajo de pista, también lo es», explica el director. Hablamos de un espectáculo con más de noventa trajes, veinte máscaras y prótesis,y un equipo de más de sesenta personas.

Además, el espectador más cinéfilo encontrará, asegura Silva, ecos de «las películas mudas de los años 20, esa poética de lo hecho en casa, con un profundo candor. He intentado representar estas antiguas películas, pero llevadas al teatro». Aunque aclara que cintas clásicas como el «Nosferatu» de Murnau, «lejos de darme miedo, me producen una profunda tristeza: ver cómo a ese hombre se le hace de día y busca dónde econderse para no morirse; o cómo tiene que morder un cuello porque se tiene que alimentar, aunque no es nada personal con la víctima de turno». Y añade con voz maliciosa: «De la misma manera... no será nada personal con las víctimas de Madrid». Eso sí, aclara que «Manicomio» tampoco trata de dar miedo exactamente, y que el objetivo del espectáculo es más bien entretener. «Aquellos muy miedosos sólo tienen que leer las críticas, en las que echaban de menos acaso algo más de terror, porque hay muchísimo humor. Si alguien viene a buscar muñones de sangre, chorreos, lo sentimos, el "show"no va de eso, se trata de algo más delicado».

«Evil dead»
Dónde: Cines Kinépolis. Sala 18. Pozuelo de Alarcón.
Cuándo: desde el 31 de octubre. Viernes y sábados, 18:30 h. y 22:00 h. Domingos, 18:30 h.
Cuánto: Entre 10 y 20 euros.
Qué mejor espacio que un complejo multisalas como Kinépolis para estrenar la adaptación teatral de una trilogía de terror cinematográfica. Toda una generación hemos crecido con el rostro tragicómico de Bruce Campbell en la piel del castigado héroe involuntario Ash sobreponiéndose a las fuerzas del mal en «Posesión infernal» («The Evil Dead», 1981) primero, «Terroríficamente muertos» («Evil Dead II», 1987) después y, finalmente, «El ejército de las tinieblas» («Army of Darkness», 1992). Y como el signo de los tiempos es hacer un musical de todo lo que se preste a ello, a los canadienses George Reinblat y Frank Cipolla se les encendió la bombilla y funcionó. El título llega ahora a España en una nueva producción que dirige Chemari Bello, con Pablo Puyol y David Ordinas, de forma alterna, en la piel del protagonista. «El musical es un compendio de las tres películas, más de las dos primeras, aunque con un toque de la tercera al final», explica César Belda, el director musical. Y explica: «Hay sangre, zombies, demonios... Pero tiene mucho humor».

Belda y Bello llevan cinco años tratando de sacar adelante un proyecto «complicado, porque nadie creía en el producto. A los productores que se les hablaba de sangre siempre rehuían –prosigue el músico–. Así que decidimos liarnos la manta a la cabeza y tirar para adelante. Estuvimos mirando en teatros, incluso en espacios como La Tabacalera, pero al final hemos tenido la suerte de contar con Kinépolis, y apostamos por ellos porque nos parece una empresa líder en entretenimiento». Cuenta el batuta del montaje que «no es un musical muy de Broadway. Es como el "Rocky Horror Show", con canciones muy de rock y pop rock, aunque tenemos todos los estilos: pasamos de una rumba a música disco, heavy, incluso tocamos "Thriller"». Aunque el musical de culto que cita tiene ya algunos años, y toda una generación seguramente ni lo conozca. «De hecho –asiente Belda–, en América, "Evil Dead"es el nuevo "Rocky Horror Show", y se está haciendo en montones de institutos, en ciudades pequeñas, en grupos de teatro... Es el musical que más producciones tiene ahora allí». Y asegura de la trilogía de Raimi: «Es un icono, un referente para todo el mundo friki, dicho con cariño».

Chemari Bello fue el impulsor de la idea cuando, según recuerda, «hace cinco años me volví loco buscando algo diferente, algo que no se hubiese visto en la cartelera». El director resume esta producción como «un musical fresco, moderno, muy transgresor, porque no nos hemos cortado en la adaptación: hemos ido al meollo y a que la gente se divierta y se eche risas de verdad. Y bueno, la "splatter zone"es el diferencial con otras obras». Y es que, en esta obra, la sangre salpica, literalmente, a las primeras filas. «Tenemos 30 litros por función. Imagínate».

El director cree que «es el momento para la tendencia "evil"». Y pone un ejemplo lleno de zombies: «Este montaje no es realmente gore, sino semigore o gore B, pero es algo que tiene mucha más aceptación ahora. Si te fijas en la serie de televisión "The Walking Dead", el primer capítulo arranca con tres millones y medio de espectadores: está claro que no es algo sólo para frikis». Y, aunque no se trataba de copiar las películas, reconoce que «al final, me he documentado al máximo, para que no solamente el público mayoritario pueda pasárselo bien, sino que también los especialistas del género reconozcan en la obra esos guiños fundamentales de la saga, que los hay».

En escena, Puyol y Ordinas están acompañados por un reparto joven, con Sergio Arce y David Velardo como Scott, Mariola Peña y Teresa Abarca (ambas se turnan como Linda), y Carolina Morán y Rebeca Medina (Shelly), entre otros intérpretes. «Todos los que estamos en este proyecto, aparte de creer que puede funcionar y que es un musical que merece la pena traer a Madrid, un soplo de aire, nos lo pasamos muy bien», asegura Pablo Puyol, uno de los dos rostros de Ash, «un héroe en toda regla, un tipo al que le gustan las normas y al que las circunstancias le van haciendo evolucionar». Y explica el actor que «hacía falta traer esto, algo distinto, un soplo de aire». Y recalca que «todo es igual que en un musical normal, pero con temática distinta, en el que vienes a reírte mucho y a mancharte de sangre si quieres».

 

Puro circo
Formado en el Circo de los Muchachos de Galicia, Suso Silva (Orense, 1962) es el Nosferatu de esta producción (abajo), además de convertirse, a toda pastilla, en Bitelchús. «Con el Circo de los Horrores hemos creado una marca, un público muy fiel». Y añade: «En los tiempos que corren el precio es muy razonable. Nos han subido el IVA al 21%, pero nosotros no hemos tocado las entradas, porque la gente está ya bastante fastidiada». Su anterior montaje sigue de gira con otro reparto está ahora en Valladolid–, y lo han llevado en estos cinco años por España, Europa, EE UU... Y a partir de abril, les espera Iberoamérica... Y una futura gira por Australia. «Muchos proyectos», dice con entusiasmo el actor.

 

¿Qué fue de «El Tenorio»?
Con tanto Halloween, las tradiciones se diluyen. Más de un lector se preguntará qué fue de «Don Juan Tenorio», el título que cada año se solía ver en varios teatros llegado el Día de Todos los Santos. En fin, como las meigas, haberlos, haylos, pero cada vez menos. Por tercer año consecutivo, el único espacio comercial madrileño que acoge uno será el Teatro Prosperidad (C/ Mantuano, 29). Su «Tenorio», dirigido y protagonizado por Ángel Cercós, cuenta con 17 actores y 38 trajes de época. Se puede ver del 27 de octubre al 11 de noviembre. Además, en la Plaza de la Cebada repite por segundo año un «Tenorio» gratuito hasta completar aforo, con dirección de César Barló, Será sólo los días 31 de octubre y 1 de noviembre.