Igualdad = Violencia cero

La violencia de género es una de las mayores lacras que existe en nuestra sociedad. Acabar con la vida de una mujer por el hecho de ser mujer es una clara violación de los Derechos Humanos, ya que nadie tiene derecho a acabar con la vida de nadie.Al mismo tiempo, el derecho a no ser víctima de la violencia de género está reconocido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía aprobado en febrero de 2007, incluyendo el derecho a recibir una atención integral (social, psicológica, jurídica). Ésta es la atención que ofrecemos desde el Centro Provincial del Instituto de la Mujer en Sevilla y desde los CMIM (Centros Municipales de Información a la Mujer).En la sociedad del siglo XXI ninguna mujer debería vivir bajo la dominación de nadie, pero por desgracia sigue ocurriendo. Para evitarlo, hoy existen leyes que antes no existían, leyes nacionales y leyes andaluzas, pues hay un compromiso político por parte del Gobierno de España y del Gobierno andaluz de acabar con la desigualdad y la discriminación. Y, por supuesto, la voluntad de acabar con la violencia de género, que es la máxima muestra de desigualdad. Para llegar a este fin, el Gobierno andaluz está dedicando una gran cantidad de recursos, programas y servicios. Hoy tenemos leyes y tenemos en Andalucía una potente red de recursos: centros de emergencia, casas de acogida y pisos tutelados, para que no haya ni una sola mujer en nuestra comunidad autónoma con su vida en riesgo ni un solo minuto.Esta potente red andaluza cuenta con ocho centros de la mujer en cada una de las provincias y con 169 centros municipales de información a la mujer, para poder asesorar, ayudar y apoyar a las mujeres en el momento que empiecen a padecer la violencia de género. Porque la prevención y la atención inmediata son lo más importante: empezar a trabajar con las mujeres lo antes posible para que sean conscientes de la violencia que sufren. Para ello, en el Centro de la Mujer de Sevilla tenemos un departamento de atención psicológica con atención individualizada y atención grupal, donde se trabaja para que reconozcan en qué consiste la violencia psicológica, para que puedan recuperar su autoestima y afrontar el proceso de recuperación integral.«Ya no aguanto más»Mientras que una mujer obedezca, mientras haga lo que le dice su pareja, mientras acepte el dominio y no se «rebele» o intente escapar, el maltratador no va a usar violencia física ni va a llegar al asesinato. Se castiga o se mata a la que se rebela o se escapa. Cuando se hace extremo el riesgo es cuando la mujer plantea a su pareja: «Ya no aguanto más», «quiero ser libre», «no tienes derecho a tratarme así», «no tienes derecho a hacerme esto».Por eso es fundamental no plantear estas alternativas al maltratador, lo que supone que la mujer se ponga en peligro. La mujer debe buscar apoyo y ayuda acudiendo a un centro especializado (centro provincial del IAM o a los centros municipales) para poder salir de esa situación con el menor riesgo posible.Para conseguir esta labor de prevención y sensibilización, debemos trabajar desde las edades más tempranas. Por eso trabajamos en los centros educativos para que cuando los más jóvenes comiencen su primera relación de pareja lo hagan de una forma sana, y los cimientos, desde el principio, sean sólidos. Aquí reside la importancia de educar desde la escuela y desde la familia en la igualdad, el respeto y la confianza mutua.Si todos estos valores los cultivamos desde que nuestros niños y niñas son menores, cuando se hagan jóvenes podremos conseguir que las relaciones de pareja se basen en la igualdad y no en la dominación de un sexo sobre el otro.Para impulsar las actuaciones que ya venimos llevando a cabo, se ha aprobado el I Plan Estratégico para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en Andalucía 2010-2013, aprobado a mediados del mes de enero. Un plan en el que está implicado todo el Gobierno andaluz a través de 356 medidas dirigidas a conseguir la igualdad real, que es lo único que terminará con la violencia de género. Para conseguirlo, necesitamos la implicación de todas las administraciones públicas, las instituciones y, por supuesto, la implicación de la escuela y de la familia, de los agentes sociales, del movimiento asociativo de mujeres y de todo tipo, y de toda la ciudadanía, en general, para conseguir el 100% de igualdad, que será igual a violencia cero.

*Ángeles García Macías es coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer