Todos a la baja

Las bolsas, los beneficios de las grandes empresas (porque los de las pequeñas están, ya no a la baja, en pérdida hace varios años)... Esta caída ha llegado también a las revistas del corazón. Ejemplo: la portada de «¡Hola!». En ella, las ventanas son perfectas. Primera, Javier Bardem y Penélope en Cannes; segunda, los Príncipes de Asturias; tercera, la boda de Toni Cantó; cuarta, la luna de miel de Lolita. Todo dentro de una estabilidad. Pero la foto estelar de portada, que nos muestra la boda de Nuria Fergó –acompañada en la misma por sus compañeras Rosa, Chenoa y Gisela–, con todo cariño (cuando los de la prensa rosa decimos esto del cariño es que inmediatamente aparece el puñal, en mi caso el alfanje sarraceno), no son personajes VIP, son de segunda división. Esta primera plana siempre ha sido un lugar principesco y, qué duda cabe, estas buenas profesionales no lo son. Aquí también aparece la caída de la bolsa en la prensa rosa. «Lecturas» acierta. Nos ofrece en su portada a la «princesa del pueblo». Belén aparece efectivamente en plan princesita, porque está en plena obra benéfica, que siempre me parece bien: si con ese reportaje se ha ayudado a una sola persona,ya está justificado. Luego, en todas aparecen fotos sobre la romería del Rocío. Algunos creen que esto es un invento de unos cuantos famosos para irse por los caminos de cachondeo, y cuando los de aquí decimos que se ha notado menos gente, los de fuera o los ignorantes, piensan que nos referimos a personajes mediáticos. Éstos están en su derecho de ir donde crean oportuno, pero no son más que una anécdota de una romería centenaria que pone por los caminos que llevan a la ermita a mucha gente de España entera, que va con devoción pero desde la alegría. Y, además, entre esos nombres famosos hay muchos que son rocieros de verdad de toda la vida. El morbo lo ponemos las cámaras, las plumas y las voces.