Las regiones del PSOE también critican el maquillaje del gasto en farmacia

También sacan a la luz los recelos autonómicos ante algunas iniciativas de Sanidad. En la reunión celebrada el 3 de noviembre, por ejemplo, Cataluña lamenta una polémica medida que adoptó el Ministerio, sin luz ni taquígrafos, y que destapó LA RAZÓN: el maquillaje de las cifras del gasto en medicamentos.

Como informó este periódico en julio, el departamento que entonces comandaba Trinidad Jiménez decidió excluir de las estadísticas oficiales sobre el gasto farmacéutico los productos dietéticos, de alto coste en el mercado y, generalmente, sujetos a visados de inspección. Entre ellos figuran algunas leches para niños con alergias a la proteína de vaca o las dietas para pacientes con dificultades graves para deglutir. En una carta, el director general de Farmacia, Alfonso Jiménez Palacios, emplazaba a las comunidades a dejar de computar dichos productos de las estadísticas públicas sobre el gasto en medicinas.

En el acta de la reunión de la Comisión queda reflejado que Cataluña –bajo el Gobierno del PSOE en noviembre–, cuestionó el sesgo de la información divulgada por el Ministerio. El documento desvela que dicha autonomía «no considera adecuadas las notas de prensa sobre gasto farmacéutico y cree que están generando una disfunción motivada por la decisión de no incluir los dietoterápicos». Este maquillaje de las cifras ya fue cuestionado también por el PP, que llegó a preparar una batería de preguntas en el Congreso, y desató las críticas de autonomías de este partido encabezadas entonces por Canarias en el seno del Consejo Interterritorial. Se da la circunstancia de que el Gobierno lleva meses presumiendo de la bajada que está experimentando el gasto farmacéutico y del éxito de las medidas que puso en marcha para combatirlo.

Productos sanitarios
Las actas revelan, asimismo, los desesperados intentos de los feudos autonómicos para recortar gasto. La mayoría defiende la necesidad de actuar sobre los productos sanitarios. En este sentido, Andalucía propuso «contemplar y regular la prescripción por denominación genérica» de este tipo de productos «y de precios menores». Se trataría de «un sistema de precios de referencia semejante al establecido para medicamentos, dado que es un mecanismo que se ha mostrado eficaz para estimular la competencia en el mercado». Esta postura fue compartida por Navarra, Baleares o Aragón. Cataluña y Andalucía abogaron, además, por que los márgenes de distribución y dispensación tengan consideración de «máximos» para que las autonomías puedan mantener sus descuentos con las farmacias, mientras que el País Vasco defendió incluso «el suministro directo» porque «permitiría la selección del producto más adecuado para cada paciente».