Bruselas
El canciller marroquí no se reunirá con «Trini» en Bruselas
Ni la UE ni España parecen dispuestos a que lo sucedido durante el desalojo del campamento de El Aaiún, en el Sáhara Occidental, empañe sus relaciones con Marruecos, el mejor aliado en el norte de África.
Ayer, los Veintisiete y Rabat ratificaron tres acuerdos con los que no sólo dan contenido al estatuto avanzado del que goza el Reino, sino que blinda sus relaciones frente a futuros altibajos. Con ellos, se facilitará la inclusión de Marruecos en los programas europeos de inversión, se creará un mecanismo para la resolución de disputas comerciales y se avanzará hacia el establecimiento de un acuerdo comercial que liberalizará el intercambio de productos agrícolas y pesqueros.
A la llegada a la reunión con sus colegas de Exteriores de los Veintisiete, Trinidad Jiménez subrayó «la importancia extraordinaria» de la vinculación entre la UE y Marruecos, por lo que «ningún suceso va a alterar» esta relación.
En el Consejo de Asociación UE-Marruecos, celebrado ayer en Bruselas, ambas partes trataron el desalojo del campamento el 8 de noviembre. Los Gobiernos de los Veintisiete reiteraron su apoyo al proceso de negociación con el Polisario, pero obviaron cualquier referencia a la demanda del Parlamento Europeo, que pide una investigación de lo ocurrido y el permiso para que una delegación de eurodiputados pueda acceder a la zona. El canciller marroquí, Taieb Fassi Fihri, incidió en que «siempre hemos querido explicar lo que ha sucedido», aunque Marruecos no parece dispuesto a acceder a dar satisfacción a las demandas de la Eurocámara. «No es mi papel expresar satisfacción por las explicaciones», añadió Vanackere, al ser preguntado si la UE se daba por satisfecha con las explicaciones marroquíes. Jiménez y Fassi Fihri quisieron ser claros y ambos coincidieron en dar la polémica por «zanjada». A pesar de esta sintonía entre los dos cancilleres, no se van a reunir durante los dos días que permanecen en la sede del Consejo en Bruselas, por «problemas de agenda», según explicaron desde el lado marroquí. Con quien sí se reunirá hoy el canciller marroquí será con la jefa de la diplomacia europea, la Alta Representante Catherine Ashton.
Según fuentes comunitarias, Marruecos está en plena ofensiva diplomática con las instituciones europeas, para quien tiene una importancia creciente su opinión. La relación entre las dos orillas pasa por un momento dulce, como prueba la ratificación del acuerdo agrícola, a la espera de que la Eurocámara dé su visto bueno a mediados de 2011. Con este nuevo acuerdo, muy criticado por el campo español, se abrirán las puertas a las importaciones de frutas y verduras marroquíes, y los europeos se verán beneficiados por el envío de productos transformados, como conservas, lácteos o cereales.