Santa Clara
«El Cuco»: «No haré como Miguel Yo no miento No sé dónde está Marta»
En el segundo aniversario del crimen de Marta del Castillo, los cielos volvieron a amanecer sombríos en Sevilla. Más frío que en 2009, pero menos viento y lluvia que cuando murió y desapareció la menor de 17 años.
Dos años después, todos los focos del caso se centraban en la Audiencia Provincial donde, por motivos logísticos y de seguridad, ha sido trasladado el juicio al menor, Javier G. M., conocido como «El Cuco», que se enfrenta a una condena máxima de seis años de internamiento y tres de libertad vigilada, acusado de la violación y el asesinato de Marta del Castillo. «El Cuco» aseguró que desconoce dónde está el cuerpo y que se niega a seguir la misma estrategia que el principal implicado, Miguel Carcaño, con continuos cambios de versión. Se declara inocente.
«Ojalá lo supiera. No voy a hacer como Miguel. Yo no miento. No sé dónde está», manifestó el menor, ahora con el pelo largo, recogido con una coleta, y más corpulento que cuando su amiga le llamaba «el peque». Su abogado, Fernando de Pablos, explicó que añadió que «le interesa» que aparezca el cuerpo para restar validez a las acusaciones de Carcaño. En su última versión, Miguel manifestó que Javi violó a Marta junto a él y la asfixió con una alargadera.
«El Cuco» llegó a la Audiencia minutos después de las 8:00 horas, tras ser trasladado desde el piso tutelado de Cádiz donde ingresó una vez superados nueve meses en un centro de internamiento. El dispositivo de seguridad impidió que fuera visto por las personas que se encontraban en el Prado de San Sebastián –principalmente, de la Plataforma Todos Somos Marta, que pide el endurecimiento de las condenas– y por el centenar de periodistas acreditados para el juicio a puerta cerrada.
Muchos menos miramientos tuvo el implicado Samuel Benítez en aparecer ante las cámaras, sobre las 9:00. Más bien, parecía que las buscaba. Samuel acudió al juzgado arreglado sobremanera para cumplir con su citación ante el juez, ya que se encuentra en libertad provisional tras diez meses en la prisión de Huelva. Mañana acudirá como testigo en la causa de «El Cuco».
El primer juicio del «caso Marta» comenzó a las 9:44, con 14 minutos de retraso. Media hora después, a las 10:15, el juez de Menores número 1, Alejandro Vián, impuso un receso para estudiar las cuestiones preliminares planteadas por la acusación particular –la inconstitucionalidad del juicio con el fin de que el menor se enjuicie junto a los adultos– y por la defensa de «El Cuco». El letrado Fernando de Pablos, de entrada, como si de una partida de póker se tratara, amagó con un ataque: solicitó la nulidad de las declaraciones y pruebas en las que el menor se involucraba, alegando que se realizaron sin la presencia de un letrado, del fiscal de menores o de los padres.
Respecto a la cuestión de inconstitucionalidad, el juez decidió seguir con el proceso. Si se le plantearan dudas, en cualquier momento podría paralizar la causa. En cuanto a la invalidez de los testimonios de «El Cuco», el magistrado no tramitó el recurso. La jugada quedó en farol. Cabe recordar que «El Cuco» se autoinculpó ante la Policía, una vez ante la fiscal de Menores y otra más ante el juez de Instrucción 4, en calidad de testigo «pero con los derechos de imputado», según fuentes de la Fiscalía, así como en la reconstrucción en el piso de León XIII. El juicio prosiguió con el testimonio de «El Cuco», al que sucedió el de su padre, Ángel Romero, que se acogió a su derecho a no decir nada que perjudique a su hijo.
El menor testificó durante dos horas. Mantuvo su última declaración, aunque, según fuentes de la Fiscalía, incurriendo en contradicciones y sin especificar horarios. Dijo que estuvo de botellón hasta las 21:30 con varios amigos, junto al polideportivo de San Pablo y en Santa Clara. Vio a Miguel y a Marta, «a las 17:00 o 18:00». Al ser preguntado por la llamada a Samuel desde una cabina, indicó que se quedó «sin saldo» y que le llamó porque habían quedado esa madrugada, pero se quedó dormido y no fue. También indicó que confesó porque le dijeron que iban a detener a su madre y estaba «asustado». Respecto a los detalles sobre la desaparición del cuerpo y del escenario del crimen (ángulos de luz, objetos), sostuvo que se los inventó y que conocía el piso de Miguel «perfectamente» por quedarse muchas veces. Mañana declara Carcaño (y su hermano, la novia de éste y Samuel). Todas las partes coinciden: «Puede decir cualquier cosa».
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