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Oxígeno por favor por Florentino Felgueroso
El nuevo año empezó aún peor de como acabó el anterior. Los datos de afiliación de enero vinieron a confirmar la caída libre: el segundo mes con más destrucción de empleo, después del nefasto enero de 2009. La nueva fase de esa recesión se ha llevado por delante cerca de 700.000 empleos desde el verano. Y las predicciones menos catastrofistas auguran que seguiremos aún año y medio cuesta abajo. Para entonces, la crisis habrá durado unos 6 años y habremos perdido probablemente cerca de uno de cada cinco empleos. No sigamos especulando con las cifras de paro, «à quoi bon», la actividad laboral también está cayendo. Parte de nuestros «no empleados», aun deseando trabajar, dejan de contabilizarse como parados, ya sea porque no perciben prestaciones, porque no tienen demasiadas expectativas en las colas de los Servicios Públicos de Empleo o, simplemente, porque han abandonado la búsqueda activa de empleo.
No importa tanto que superemos los 6 millones de parados, como que todos estén activados y preparados para el despegue. Éste es nuestro mayor desafío, que no se desenganchen. Para muchos la espera será aún larga y nada será igual en el futuro. Están en la cola del pelotón, sin experiencia laboral o con cualificaciones escasas. Más de la mitad de nuestros desempleados tienen un nivel educativo muy bajo y todos deben tener oportunidad de reciclarse. Para otros, lo importante es que el estigma del paro no les descapitalice aún más. Que todos ellos tengan oportunidad para reciclarse. A estas alturas, necesitamos oxígeno. Negociarlo con nuestros socios europeos. Buscar recursos debajo de las piedras para destinarlos a nuestras políticas activas, inferiores hoy a lo que eran antes de la crisis. Pero este esfuerzo sería en vano si no las reformamos profundamente, duela a quien le duela, pese a quien le pese.
Florentino Felgueroso
Profesor de Economía de la Universidad de Oviedo
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