Juegos Olímpicos

Londres

Plata oro y al Olimpo

Phelps logra su 19ª medalla y se convierte en el deportista con más metales de la historia

El «tiburón» de Baltimore celebró a lo grande el oro en los relevos tras el fallo que le dejó con la plata en los 200 mariposa
El «tiburón» de Baltimore celebró a lo grande el oro en los relevos tras el fallo que le dejó con la plata en los 200 mariposalarazon

Londres- Michael Phelps ya tiene su puesto en lo más alto del Olimpo, aunque no lo alcanzara de la manera que él esperaba. Precisamente en los Juegos en los que se está mostrando más humano, se ha convertido en el Zeus del deporte. Ya tiene 19 medallas olímpicas, una más que la rusa Larisa Latynina, aunque ayer volvió a ser derrotado en una carrera individual, los 200 mariposa, su gran prueba, ya que en ella debutó con 15 años en los Juegos de Sidney y en ella llevaba invicto en una final desde 2001. El relevo 4x200 le hizo por fin de oro en Londres, una satisfacción que compartió con Ryan Lochte. Juntos subieron al primer puesto del podio y derrotaron al francés Agnel, de momento, la sensación de los Juegos, que ya había podido con Lochte en la última posta del relevo rápido (4x100) y en la impresionante final de los 200 libre. Ayer le tocó ser plata con Francia. El bronce se lo llevó China.

En esta ocasión fue el surafricano Le Clos quien pudo con Michael Phelps en unos últimos metros más que extraños. Phelps parecía tener todo bajo control, se dirigía imparable a por el oro, pero un error de cálculo le hizo bajar un peldaño del cajón. El estadounidense fue primero en los tres giros, seguido por Le Clos y por el japonés Matsuda, que parecía apretar en los últimos instantes. A mitad de los últimos 50 metros, Phelps mantenía su ventaja. Ahí estaba el objetivo, el ansiado oro. Pero cometió un error de cálculo. Se dejó llevar en la última brazada porque los últimos metros le pillaron con el movimiento hecho. A Le Clos le cogió en plena ejecución. Salió del agua para dar un zarpazo que le hizo tocar primero la pared. Casi voló para alcanzar el oro. Apenas podía creérselo, no sabía ni cómo celebrarlo. Incluso cuando se dirigió a recoger la medalla seguía diciendo que no con la cabeza. Phelps miró el marcador, también incrédulo, y rápidamente quiso abandonar la piscina. Felicitó al ganador y al medalla de bronce y se marchó serio, igual que había entrado en la piscina. Ya en el podio sí sonrió. Había dicho que afrontaba los Juegos más relajado que nunca.

Además, todavía le quedaba lo mejor. El oro, por fin. Lo que no puedes conseguir solo, hazlo con amigos, y el sentimiento de equipo en Michael Phelps es grande. Ni una hora de descanso tuvo entre la final de la mariposa y la del relevo 4x200 libres. El «Tiburón» nadó en cuarta posición, pero sus compañeros le dejaron el trabajo casi hecho. Lochte, Dwyer y Berens fueron haciendo la distancia cada vez mayor y Phelps confirmó la superioridad. Por detrás llegó Francia y Agnel, que ayer cedió el protagonismo a una leyenda. A Michael Phelps le quedan tres pruebas para decir adiós a la natación. Ya ha cumplido su principal objetivo. «Me alegro de que me supere él. Es un buen chico», dijo Latynina.