Ibiza
OPINIÓN: ETA mata tres veces
En un fatídico 30 de julio de 2009, mientras comía en un restaurante en Ibiza, recibí una llamada telefónica de mi hija Leticia diciéndome que había estallado una bomba en Palma Nova y que había asesinados y heridos. En un primer momento le dije que era una confusión y que era imposible.
Rápidamente marqué el móvil de mi hijo Diego y no medió señal, y a partir de ese momento mi vida cambió totalmente. Fue como un «shock». Piensas que algo así nunca te sucederá, pero esta vez fue todo lo contrario. Desde entonces, sin quererlo, me siento empujado a salir en los medios. Lo hago para no traicionar la memoria de mi hijo, ya que ETA asesina tres veces: primero con mi hijo Diego; luego viene el olvido (casi peor que el asesinato en sí mismo; y en tercer lugar, lo que nadie sabe excepto las víctimas: la lucha interna contra el odio porque, si caes en él, tu vida se hace insoportable. Yo lo calificaría como asesinato interno.
Esta situación sólo se puede superar con fe, sabiendo, como les entonaron a Carlos y Diego, que esta vida no es el final, porque si no, tu vida resulta insoportable. Respecto a la posible negociación, aún no probada, espero que no sea realidad, ya que, el solo hecho de reunirse con los etarras equivaldría a darles un reconocimiento político. Para mí las excarcelaciones y sus arrepentimientos «light» son como si se acercaran a la tumba de mi hijo y lo volvieran a asesinar de nuevo. O lo que es lo mismo, en este «victimódromo» te sientes más humillado y desamparado por las autoridades, que son las que debieran velar sobre todo por las víctimas.
Al Gobierno le pido que no negocie, bajo ningún concepto. Espero que con las treguas-trampa y con la T-4 se haya vacunado definitivamente. Tampoco debe legalizar a Batasuna-ETA y deben pensar que tanto ellos (el propio Gobierno), como algunos partidos, no pueden obtener rédito electoral estos sucesos, porque es tristísimo y algo que incluso debería estar penado por ley. El Ejecutivo tiene que impedir como sea la venta de la paz, ya que si así fuera sería, simplemente, rendición o claudicación. En este caso, ETA sería la vencedora de una guerra que nunca existió y que llaman conflicto vasco.
El final del crimen organizado no debe ser negocio para nadie. Las declaraciones del lendakari, diciendo que no le importaría perder su puesto si ello supusiera un avance para la paz, aun a costa de un gobierno Batasuna-PNV, lo considero un comentario muy peligroso y triste, sobre todo, por venir de una persona tan destacada del PSOE. No me lo esperaba.
El final de ETA debe ser el punto final. Creo que depende en gran medida de la juventud vasca que debe decir no a ETA, como no a la droga. Es imprescindible que entreguen las armas, pidan perdón a las víctimas, y declaren los crímenes cometidos y no reconocidos. Igualmente, tienen que desmantelar la estructura del odio que tienen muy bien organizada. En pocas palabras: arrasar su «fábrica» de hacer etarras, porque si no, se está enquistando el problema.
Si algún joven vasco me lee, le recuerdo lo que pasó con el pueblo alemán: se avergonzaron de su pasado nazi. Pues de tí, de tú actitud, depende que las futuras generaciones se avergüencen o se enorgullezcan de ti. Pásalo.
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