Pekín
La fuga de Fukushima afecta a las costas
La fuga radiactiva de Fukushima sigue extendiéndose por tierra, mar y aire. Ayer se detectaron niveles de contaminación extremadamente altos en la costa, a 300 metros de la planta. La concentración de yodo radiactivo en el mar superó 1.250 veces el límite de seguridad.
En términos de salud pública, si un adulto consumiese medio litro de esta agua recibiría una radiactividad de 1 milisievert, la cantidad máxima a la que es seguro exponerse en un año. La contaminación podría haber sido causada por las toneladas de agua vertidas para enfriar los reactores, que se habría filtrado de nuevo al océano.
Otro motivo de preocupación es la necesidad de conseguir en tiempo récord suficiente agua dulce para enfriar los reactores dañados, ya que la sal marina del agua que se está usando podría crear una «costra» que complicaría la refrigeración. A petición del Ministerio de Defensa japonés, la Séptima Flota estadounidense se encarga de abastecer el líquido necesario, transportándolo desde una presa cercana.
El Gobierno japonés denunció ayer que la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) habría cometido irregularidades graves. Para empezar, los trabajadores empleados para enfriar los reactores no estaban equipados con calzado apropiado y quedaron expuestos al agua de las turbinas, con niveles de radiación que podrían resultar letales. El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, sugirió que la compañía no está siendo transparente. «Urgimos a que TEPCO ofrezca toda la información para que el Gobierno pueda actuar», dijo. La Agencia de Seguridad Nuclear acusó a los responsables de la planta de ocultar durante «varios días» los altos niveles de radiación detectados en el aire y de no informar a los operarios del riesgo.
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