México
Terror en México
«No hay ninguna salida al terror y el país se hunde en una guerra en la que escribir las palabras ‘‘tráfico'' o ‘‘narco'' puede costar la vida»
Basta escribir en Google «periodistas» y «México» y echar un vistazo a los resultados de la búsqueda para darse cuenta de la situación que atraviesa la profesión en aquel país. Los cárteles de la droga mantienen una cruenta guerra por el control de la zona fronteriza con EE UU que se ha llevado por delante en torno a 50.000 vidas, entre ellas las de 80 periodistas desde el año 2000, lo que convierte a México en uno de los países más peligrosos del mundo para trabajar en los medios.
El último caso, y uno de los más impactantes, ocurrió el pasado día 24 de septiembre, cuando el cuerpo de María Elizabeth Macías, jefa de redacción del diario Primera Hora, editado en Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, fue encontrado decapitado. Esta mujer de 39 años de edad es la cuarta periodista asesinada desde el inicio del año, tras los homicidios de Rocío González Trápaga, ex reportera de la cadena de televisión Televisa, y Ana María Marcela Yarce Viveros, fundadora y periodista de la revista semanal «Contralínea», ocurridos el 31 de agosto pasado en el Distrito Federal, y el de Yolanda Ordaz de la Cruz, columnista del diario regional «Notiver», el 26 de julio de este mismo año en el estado de Veracruz.
Según denuncia Reporteros sin Fronteras, «la cifra de 80 periodistas asesinados en un decenio fue superada en este año 2011, con crímenes cada vez más abominables. No se vislumbra ninguna salida al terror mientras el país se hunde en una guerra total, en la que tan sólo escribir las palabras ‘‘tráfico'' o ‘‘narco'' puede costar la vida. ¿Qué quedará de la libertad de información mientras duren la barbarie y la impunidad? Esta fractura del país no se resolverá con las elecciones esperadas. La comunidad internacional debe exigir a las autoridades mexicanas que rindan cuentas regularmente del estado de la lucha contra la impunidad. En lo que respecta al gobierno federal de EE UU, éste debe imponer un control drástico en el tráfico de armas, sin el cual la tragedia mexicana continuará».
Hasta el momento, poco o nada se ha hecho para poner fin a esta sangría y, de hecho, fuentes de RSF señalan que por ahora «no han arrestado ni juzgado a ninguno de los autores intelectuales de esos crímenes. México es uno de los países más peligrosos del continente para la profesión». El Gobierno Federal lleva tiempo tratando de poner en marcha algún tipo de medida para proteger a los informadores que ha dado en llamar protocolos para protección de periodistas aunque, hasta la fecha, no se ha concretado en ninguna medida.
El secretario de Gobernación mexicano, Francisco Blake Mora, subrayó la necesidad de «seguir esforzándonos juntos, gobierno y particularmente el segmento de los periodistas, para consolidar los protocolos de protección» en favor del gremio. En esta ola de terror han sido asesinados desde responsables de pequeñas publicaciones dedicadas al periodismo de investigación, a reporteros, locutores de radio... En este último asesinato de María Elizabeth Macías, además de su labor en el diario «Primera Hora» también utilizaba las redes sociales para denunciar las acciones del narcotráfico en la región. Además, tenía un blog bajo el seudónimo «la Nena de Nuevo Laredo». Al lado del cadáver de la periodista se encontraron dos teclados de ordenador, un reproductor de discos y varios cables, acompañados del mensaje: «Ok Nuevo Laredo en vivo y redes sociales. Yo soy la nena de Laredo y aquí estoy por mis reportes y los suyos… para los que no quieren creer, esto me pasó por mis acciones, por confiar en SEDENA y MARINA… Gracias por su atención Atte: La ‘‘Nena'' de Laredo… ZZZZ», en referencia al seudónimo que utilizaba.
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