Convenios colectivos

El puente siguió tendido tras el caos aéreo

No todo saltó por los aires el pasado 3 de diciembre cuando el plante de los controladores obligó a cerrar el espacio aéreo español durante casi 24 horas. Mientras el Ministerio de Fomento y este colectivo profesional se tiraban públicamente los trastos a la cabeza y se repudiaban con saña, otros mantenían la negociación viva entre bastidores

La portavoz de La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Susana Romero, responde a los periodistas tras comparecer ante el fiscal por el supuesto abandono del puesto de los controladores
La portavoz de La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Susana Romero, responde a los periodistas tras comparecer ante el fiscal por el supuesto abandono del puesto de los controladoreslarazon

Como reconocen fuentes muy cercanas al conflicto, los abogados de ambas partes han seguido en contacto estos días para intentar llevar a buen puerto una negociación que, por momentos, ha agonizado y que ahora está cerca de tener otra oportunidad. «De forma indirecta, los contactos nunca se han perdido», explican las fuentes.

Ahora lo que toca es recuperarlos de forma oficial. Algo que está previsto para el lunes, en medio de un Estado de Alarma . Ya el jueves, el ministro de Fomento, José Blanco, tendió la mano a los controladores para volver a la mesa de diálogo y ayer se materializó dicho acercamiento con esas nueva senda de negociaciones que arrancarán en dos días, al menos de cara a la opinión pública.

Los controladores y AENA anunciaron que se retomarán las negociaciones del convenio colectivo y, aunque no hay un calendario trazado, fuentes de AENA señalan que se intensificarán a lo largo de la próxima semana, según informa Efe. El secretario de comunicación de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), César Cobo, mostró su satisfacción porque cree que la única forma de solucionar el conflicto es «a través de la negociación». Con este paso, Cabo considera que Blanco, «entiende» que es «negociando» como se soluciona el conflicto, y no «con decreto tras decreto», porque el asunto es un conflicto laboral.

Durante los 15 primeros días de Estado de Alarma, Blanco sostuvo que mientras se mantuviese tan excepcional medida, las negociaciones permanecerían congeladas. Pero, tras consultar con los servicios jurídicos, Fomento ha llegado a la conclusión de que el Estado de Alarma no es incompatible con las conversaciones, de ahí que ahora la puerta del diálogo vuelva a estar abierta nuevamente.

Tanto los controladores como Fomento han manifestado su voluntad de encontrar una solución dialogada al conflicto. Los primeros, porque temen que si se llega al 31 de enero, la fecha que Blanco ha marcado como límite, sin acuerdo, un laudo dictado por un árbitro nombrado por la Administración es muy probable que no favoreciese a sus intereses. Y Fomento, porque intuye que una solución impuesta podría conducir de nuevo a problemas en un corto lapso de tiempo.