De cañas a la europea

MADRID- No hace ni diecinueve días desde que la Ley Antitabaco entró en vigor y las consecuencias ya se notan. El humo ha desaparecido de los bares y restaurantes y con él muchos clientes. Los fumadores aguantan menos dentro de los locales, salen fuera a fumar y son muchos los que luego ya no vuelven. Por eso Madrid ha decidido mirar a Europa e imitar los hábitos de quienes prohibieron hace años fumar en espacios públicos. La solución: terrazas de invierno y de verano.

Hasta ahora bastaba con poner una mesa y cuatro sillas para que en Madrid las terrazas se llenaran. Eso en verano, pero la prohibición ha creado una nueva necesidad, la de comer, cenar, tomar un café o una copa al aire libre también en invierno. Estar resguardadas del frío con estufas, mantas y paredes será el mejor activo. La mayoría de terrazas europeas ofrecen además mantas a los clientes. A partir de ahí la iluminación, comodidad de las sillas y cuidado de la decoración serán los otros equipamientos que los restauradores cuidarán para competir por el cliente fumador y acompañantes.

Conscientes de la importancia que han adquirido estos espacios para los clientes y del previsible desembolso que esto supondrá para los propietarios de los bares y restaurantes, tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento de la capital se han puesto manos a la obra. El objetivo es evitar que en un momento de crisis, en el que el consumo ha bajado, la Ley Antitabaco no empeore la situación.

Para ello, el Gobierno regional renovará las ayudas dirigidas a los empresarios de la hostelería para la instalación o modernización de terrazas. Además, el Ayuntamiento de Madrid eliminará algunos de los requisitos municipales que hasta ahora eran necesarios para que un establecimiento pudiera tener terraza. La Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid «La Viña» celebró ayer ambas medidas destinadas a facilitar la instalación de las tan codiciadas terrazas.