Repaso integral para pasar la ITV

Anote un nuevo término en su vocabulario: «hacerse un combo», o lo que es lo mismo, someterse a más de una intervención estética a la vez. El récord –confeso, claro está– lo ostenta por el momento la actriz Heidi Montag («The Hills»), quien probablemente pase a la historia, más que por su filmografía, por el hecho de haberse sometido a diez operaciones de cirugía estética de una sola vez. El caso puede sonar a exceso propio de celebrity hollywoodiense, pero lo cierto es que en España, las operaciones combinadas se practican desde hace tiempo y el «ya que estoy…» es un lema para muchas mujeres. No hay que buscar trastornos dismorfóbicos, ni es necesario ser una «beauty-victim» de libro para recurrir a ellas. En ocasiones, estas personas se dejan llevar simplemente por la comodidad: cuando la cirugía implica dormir durante cuatro horas bajo los efectos de una anestesia general, y el post-operatorio exige una semana de «arresto» domiciliario, un «combo» puede llegar a salir más que rentable. En España, que en el ranking de intervenciones estéticas se encuentra en un cuarto lugar –sólo por detrás de Estados Unidos, México y Argentina– y donde según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) se llevan a cabo cada año alrededor de 400.000 operaciones estéticas, se prevé que el furor por las «multioperaciones» vaya al alza. No más de dos zonasQuizá sea el mejor momento para establecer los límites, porque los expertos no recomiendan «trabajar» más de dos zonas corporales a un tiempo. El doctor Ángel Martín –director médico de la Clínica Menorca de Madrid (www.clinicamenorca.com)– es muy claro al respecto y con su amplia experiencia en cirugía (en su clínica se llevan a cabo alrededor de 300 liposucciones y 400 aumentos de pecho al año) comenta a LA RAZÓN que no es recomendable hacer más de dos operaciones de una vez y que siempre hay que tener en cuenta de qué tipo son. «Podemos realizar dos cirugías en una, pero nunca más, porque el posoperatorio se alarga mucho y puede complicarse», explica Martín.Hace diez años sería incluso impensable abordar más de una, pero las nuevas técnicas y procedimientos quirúrgicos, cada vez menos invasivos, propician a los expertos el poder tratar de una vez distintas partes de la anatomía. «Con la ayuda del láser, la lipoescultura ha tomado otra dimensión, la recuperación es rápida, poco molesta y no presenta hematomas y cuando practicamos la lipoescultura con láser sí nos atrevemos a hacer al tiempo un aumento de pecho», explica el cirujano. También se suele combinar el aumento mamario con la abdominoplastia; en este caso, se presenta la ventaja añadida de que las cicatrices del pecho no se notan. Lo que nunca haría este especialista sería una abdominoplastia seguida de una liposucción. Como señala el doctor Martín, «con estas intervenciones se deben movilizar grandes cantidades de grasa y es mejor hacerlas en dos pasos. Habría que esperar 15 o 20 días como mínimo entre una y otra». Rejuvenecer la miradaSi nos centramos en las intervenciones que se realizan en el rostro, la más demandada, y una de las que mejores resultados ofrece, es la blefaroplastia combinada con bioplastia. En este caso el rejuvenecimiento de la mirada no desentona con el resto de la cara, ya que se rellenan las arrugas y los surcos nasogenianos con ácido hialurónico. «También es común trabajar a un tiempo la nariz y el mentón. Después de una rinoplastia, se busca equilibrar el perfil del paciente y con la bioplastia se puede proyectar el mentón y conseguir una mayor afinidad entre la nariz y el maxilar inferior»; comenta el cirujano. Hay que tener en cuenta además, como recuerda el doctor, que en la última década se ha reducido considerablemente la edad media de la mujer que recurre a la cirugía estética, «alrededor de los 35 años comienzan a venir pacientes que son conscientes de que hay que empezar a retocarse a una edad temprana para frenar y retardar el envejecimiento». Las cifras avalan este dato: según la Secpre, el 60% de las mujeres que se someten a intervenciones estéticas tiene entre 21 y 50 años. Y en su caso, las nuevas técnicas invasivas son las más indicadas.En cuanto al precio, está claro, las tarifas se reducen considerablmente. Los gastos del alquiler de quirófano, el anestesista y el ingreso son comunes y esto puede reducir hasta en un 25% la factura final si se opta por operaciones combinadas, pero como recuerda el doctor Martín «lo que debe primar siempre es el criterio quirúrgico y no el del paciente».