Cataluña

Las elecciones del Barça amenazan el proyecto de Laporta y Hereu

Las elecciones del Barça amenazan el proyecto de Laporta y Hereu
Las elecciones del Barça amenazan el proyecto de Laporta y Hereularazon

Joan Laporta deja el FC Barcelona tras haber logrado cosas que no consiguieron sus antecesores, seis títulos en una temporada y un acuerdo a tres bandas con los ayuntamientos de Barcelona y de Montcada i Reixac para recalificar los terrenos del Miniestadi y su entorno. Una operación urbanística que Josep Lluís Núñez intentó con más pena que gloria en el año 2000. El próximo viernes, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona dará luz verde al plan provisional para reordenar las instalaciones deportivas del FCB en Les Corts, una operación que popularmente se conoce como «Plan Barça». Papel mojadoEste paso es el último trámite municipal para que la recalificación de los terrenos del club y su entorno sea una realidad. Después, quedará pendiente que la subcomisión de urbanismo de Barcelona, que depende del departamento de Política Territorial y Obras Públicas, apruebe al proyecto. Una vez la Generalitat haya dado el visto bueno al «Plan Barça», el pleno del Ayuntamiento de Barcelona tiene vía libre para aprobarlo definitivamente. Eso, como muy pronto, será en diciembre de este año. «Será», si el nuevo presidente del Barça que salga elegido el 13 de junio no se echa atrás. El convenio firmado el pasado 28 de julio entre los ayuntamientos de Barcelona, Montcada i Reixac con Laporta, contiene una cláusula que permite «a cualquiera de los firmantes» disolver el acuerdo.Y, por ahora, el candidato a la presidencia del Barça favorito según los sondeos, Sandro Rosell, no descarta romper el acuerdo para renegociar la reordenación del Miniestadi. Rosell se compromete a revisar el plan «para lograr el mejor acuerdo posible par los intereses del club, la ciudad y el barrio». Aunque admite que «en la actual coyuntura económica no es el momento de iniciar esta operación», está de acuerdo con llevar a cabo un proceso urbanístico «sostenible». Lo que ya descarta es vender los terrenos a un promotor, porque «las siete hectáreas del Miniestadi son la joya de la corona patrimonial del club». Rosell apuesta por explotar el patrimonio del Barça a través de «operadores solventes». Agustí Benedito, el candidato que va en cuarto lugar en intención de voto según las encuestas, es más taxativo. Está en contra del «Plan Barça» y amenaza con romper en acuerdo. «Mi política pasa por no vender patrimonio del club», asegura. Los otros dos candidatos con opciones de atrapar a Rosell, Marc Ingla, y el continuísta Jaume Ferrer, no son tan radicales. Comparten con el Ayuntamiento la conveniencia de reordenar los terrenos del Barça. Pero ambos temen la coyuntura económica. Ingla dice que «no es el momento de construir pisos» y se compromete a estudiar otras posibilidades que someterá a decisión del socio. Y Ferrer, vicepresidente de Patrimonio del equipo de Laporta, asegura que «la recalificación será beneficiosa para el club, la ciudad y el barrio». Regalo envenenadoEl «Plan Barça» es un regalo envenenado de Laporta a su sucesor. Porque, si bien la venta de los terrenos recalificados puede reportar al club 67,7 millones de euros, al margen de ser una operación cero popular entre los vecinos de Les Corts, la coyuntura económica pone en riesgo un proyecto urbanístico que el Ayuntamiento plantea hacer a trece años vista.En los terrenos del Miniestadi y los campos de entrenamiento se prevé levantar un CAP, una residencia para la tercera edad, un centro de día, una guardería, un colegio y 1.624 pisos, la mitad, de protección oficial. Y en los aledaños del Camp Nou iría un polideportivo, una piscina, un instituto y un hotel. Además, se ganarán 31.700 metros cuadrados de zona verde. A cambio de la recalificación, el Barça cederá al Ayuntamiento de Barcelona los 52.000 metros cuadrados destinados a construir pisos de protección oficial y hará un centro cívico. Las 7,06 hectáreas de suelo dedicado a equipamiento deportivo que se pierde con la recalificación se compensarán en terrenos en Gràcia, (sobre la plaza Alfons Comín) y Montcada i Reixac.La idea de Laporta era invertir las plusvalías en una reforma del Camp Nou diseñada por Norman Foster que hace dos años ascendía a 250 millones de euros, pero ya hay quien dice que puede costar 500 millones de euros. Ningún candidato hará suyo el proyecto.