Sanidad

Las cárceles asumen pacientes mentales a falta de centros específicos

Medidas desesperadas para situaciones desesperadas. Los médicos piden una revisión del sistema.

Imagen de la cárcel de Picassent
Imagen de la cárcel de Picassentlarazon

valencia- Las críticas a la asistencia en materia de salud mental parten incluso desde la propia Administración responsable, cuyos portavoces han admitido en alguna ocasión que no es todo lo buena que debiera. Tal ha llegado a ser la desesperación de los afectados, que algunos padres se han visto obligados a recurrir a medidas desesperadas como la de presentar una denuncia contra un hijo -enfermo mental agresivo- a fin de que ingrese en prisión, donde sí cuentan con unidades específicas de psiquiatría de larga estancia.
En la Comunitat Valenciana, como en el resto del país, la reforma de la asistencia psiquiátrica que se llevó a cabo a finales de los ochenta implicó la desaparición del modelo clásico basado en el hospital psiquiátrico, los popularmente conocidos como manicomios. Fue entonces cuando se propugnó la integración de todas las actuaciones de salud mental en el sistema sanitario general, dando protagonismo a los tratamientos ambulatorios.
Desde entonces, la hospitalización se contempla sólo cuando aporta más beneficios terapéuticos que las intervenciones realizadas en el entorno familiar y social y su duración estará, siempre, en función de criterios clínicos.
De este modo, la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica establece tratamientos intensivos en régimen de atención continuada (24 horas al día), con dotación de personal especializado y con un tiempo de estancia media breve, entre los 15 y los 21 días.
Según recuerda al respecto la presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, Rosa Fuster, en aquella época la Administración se escudó en un movimiento que defendía que un paciente psiquiátrico era más recuperable si se le integraba en su entorno habitual, que estando en una institución donde todos los de su alrededor se encontraban en la misma situación. «Esa fue una excusa para cerrar Bétera».

Criterios médicos, no políticos
No obstante, opina que quizás sea ahora el momento de revisar esa concepción. Y a pesar de que en todos los hospitales existen camas para enfermos psiquiátricos, son para un proceso corto, y existen casos y circunstancias, según cuenta, en que los médicos aconsejan estancias mayores porque entienden que el paciente no puede aún incorporarse a su vida normal.
No se trata de regresar al concepto de manicomio, aclara, pero sí quizás deberían recuperarse las unidades de referencia psiquiátrica de crónicos. Con todo, deberían ser los expertos los que decidan la mejor opción. «Hay que estudiar el actual modelo sanitario, pero desde el prisma médico. Hay que dejarse de criterios políticos».