Papeles para todos

Andan en Castilla-La Mancha sacando papeles de la Junta en una imagen que nos recuerda a otros episodios lamentables y recientes. Está claro que en este país somos muy de bolsa de basura; lo mismo la utilizamos para tirar las cabezas de los boquerones y las mondas de patata que para transportar billetes de quinientos o legajos variados. Dicen los autores intelectuales de este trajín bursátil –los materiales son unos mandados– que como el PP es de natural mal pensado, ha sacado conclusiones precipitadas porque los papeles que se están trasladando, vaya usted a saber dónde, sólo son documentos personales de los todavía consejeros en funciones. Acabáramos. Nada de pruebas comprometedoras, facturas sospechosas o acuerdos en la sombra. Las decenas de bolsas que están saliendo por la puerta trasera van repletas de christmas caducados, listas de la compra, sudokus a medio resolver y catálogos de IKEA. Nada de lo que merezca la pena preocuparse, y desde luego, un detallazo por parte del Gobierno saliente esto de dejarle al entrante los despachos limpios, que hay mucho desahogado por ahí que no quita ni los chicles de debajo de la mesa. ¿Que son muchos bolsones? Es posible, pero un consejero apalancando el Marca 30 años da para eso y más. ¿Que cómo es posible acumular papeles personales como para reforestar el Amazonas en plena era del «pendrive»? Muy sencillo: porque hay algunos que han estado en la Junta desde que Marconi inventó la radio y no se manejan si no es con estilográfica y folio Galgo. Total, que ante las malévolas sospechas del PP, el Gobierno de Barreda ha dado una explicación convincente: son papeles personales y los retiran porque está muy feo fisgonear en las intimidades del prójimo. Que no se diga que no lo han intentado...