Estados Unidos

David contra Goliat en Nevada

El demócrata Harry Reid, el senador más poderoso de EE UU, lucha por su supervivencia política contra una republicana que cuestiona su virilidad

Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, y la republicana Sharron Angle es miembro del «Tea Party»
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, y la republicana Sharron Angle es miembro del «Tea Party»larazon

WASHINGTON- El senador demócrata de Nevada, Harry Reid, es el hombre más poderoso del Senado de EE UU, pero ahora lucha como nunca antes por su supervivencia política contra una rival republicana que ha cuestionado su historial y, en sentido figurado, hasta su virilidad. Reid, nacido en una familia pobre de Searchlight (Nevada), se convirtió en el líder de la mayoría demócrata -y punta de lanza para la agenda reformista de la Casa Blanca- cuando los demócratas recuperaron el control del Senado en 2006. Con una voz pausada que oculta su dinamismo, Reid, de 70 años y más de 40 en la política, busca en los comicios su reelección para un quinto mandato de seis años. Quienes conocen su trayectoria (de hijo de un minero alcohólico que se suicidó y una lavandera de burdeles) al puesto más relevante del Senado, no dan crédito al hecho de que su rival, Sharron Angle, haya logrado sembrar la duda entre los votantes. Reid, boxeador durante su adolescencia, se ha vuelto a poner los guantes para defender su escaño contra Angle, quien ha cuestionado sus políticas y, en sentido figurado, hasta su virilidad. En el único debate televisivo entre ambos el pasado 14 de octubre, Angle atacó el récord legislativo de Reid y, al discutir la precariedad del sistema de Seguridad Social, le espetó: «Sé hombre, Harry Reid». Con una sonrisa tranquila, Reid respondió días después: «La gente de Nevada me conoce. Ni en las calles, ni en el cuadrilátero, ni en el pleno de Senado, jamás he tenido que demostrar mi hombría a nadie». El momento en el que Angle convirtió la hombría en sinónimo de seriedad o responsabilidad ha sido uno de los momentos más comentados en los blogs por feministas, psicólogos y lingüistas. Reid ha ganado la mayoría de sus contiendas por estrecho margen y, según observadores, eso se debe a que encarna la relación ambivalente de los votantes de Nevada con el Gobierno federal: lo necesitan pero no lo toleran bien. Reid reconoce que la recesión dejó «un enorme agujero» en Nevada que ha infundido miedo entre los votantes. Nevada tiene una tasa de desempleo del 14,4%, frente a la tasa nacional de 9,6%, y el estado ocupa el primer lugar en las estadísticas de ejecuciones hipotecarias. Angle, como otros candidatos apoyados el «Tea Party», ha aprovechado la crisis para tratar de convencer a los votantes de que es hora de deshacerse de Reid. Efe