Miami
La costa este de Estados Unidos en alerta ante peligroso huracán «Earl»
El peligroso huracán "Earl"de categoría 4 aumentó su intensidad antes de golpear el jueves a parte de la costa este de Estados Unidos con vientos de 220 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
La costa de Carolina del Norte y de los estados limítrofes se encuentra en estado de alerta ante la inminente llegada del peligroso huracán "Earl", que se teme pueda causar grandes daños.
La magnitud de "Earl", de intensidad 4 con vientos de 230 kilómetros por hora, le convierten en un huracán de enorme peligro y que afectará los próximos tres días a toda la costa este desde las Carolinas hasta Maine y Canadá.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha declarado el "estado de emergencia"en Carolina del Norte para que pueda recibir de inmediato el apoyo de los organismos federales.
Craig Fugate, director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), aseguró hoy que la ayuda federal está a disposición de los gobiernos estatal y locales para responder a los destrozos que pueda causar "Earl".
Las autoridades de Carolina del Norte extendieron hoy la orden de evacuación al condado costero Dare, que podría sufrir inundaciones por las fuertes ráfagas de viento y olas altas que traerá el ciclón.
También se ordenó la salida de los visitantes y residentes de Bogue Banks (condado Carterest), desde Atlantic Beach hasta Emerald Isle, un área muy visitada por los amantes de las playas.
Cerca de 5.000 turistas y 800 residentes de Ocracoke y Hatteras, ambas islas localizadas en los Outer Banks, comenzaron desde el miércoles la evacuación para escapar del potente huracán.
La gobernadora de Carolina del Norte, Beverly Perdue, urgió hoy a los residentes de las zonas evacuadas -unos 30.000- cumplir con la orden y reiteró que el estado "está listo"para lo que traiga "Earl".
"Un huracán es algo con lo que no podemos jugar. Es grande y los vientos son fuertes", aseguró hoy Perdue en la oficina del Centro de Operaciones de Emergencia, cercano a Raleigh, capital del estado, que se encuentra operando las 24 horas del día.
Laura De Castro, subdirectora de la Oficina de Asuntos Hispanos de la gobernación, explicó hoy a Efe que cerca de 5.000 latinos viven en los condados afectados por la evacuación.
"Estamos siguiendo la situación que ha generado mucha incertidumbre sobre el rumbo final que tomará el huracán. Nuestros voluntarios están listos para asistir con información en español a nuestra comunidad", dijo De Castro.
Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH), el peligroso huracán Earl se encuentra a unos 575 kilómetros al sur de Cabo Hatteras, y a 1.315 kilómetros al suroeste de Nantucket (Massachusetts).
Se mueve en dirección norte-noroeste, con una velocidad de 30 kilómetros por hora, y se espera -si no cambia de dirección- que su ojo pase esta noche por el islote costero de Carolina del Norte, y muy cerca del sureste de Nueva Inglaterra el viernes por la noche.
El huracán seguirá una trayectoria norte sin adentrarse en tierra firme, por lo que de cumplirse los pronósticos del CNH barrerá prácticamente la costa este hasta que vaya degradándose ya en tierras canadienses el domingo.
"Earl"puede provocar graves inundaciones en carreteras locales, incluyendo la autopista NC 12, por lo que Jeff Gordon, portavoz de la Carretera de Caminos Estatales, urgió hoy a los motoristas abandonar a tiempo las zonas de peligro.
"El problema que hemos tenido es que todo el mundo trata de salir al mismo tiempo. Este huracán es muy peligroso y la gente debe seguir las instrucciones", dijo Gordon.
El fiscal general del estado, Roy Cooper, advirtió hoy a los comercios que no podrán tomar ventaja de la situación y aumentar los precios de los productos de consumo.
La gobernadora de Carolina del Norte movilizó a varias unidades de la Guardia Nacional para que estén en alerta en caso necesario.
En Virginia, el gobernador Bob McDonnel activó además la Guardia Nacional y envió a 200 efectivos a Chesapeke Bay para que intervengan si fuese necesario.
La Cruz Roja de Nueva York prepara, por su parte, la apertura de 50 refugios en Long Island para poder asistir hasta 60.000 personas en caso de emergencia, aunque todavía no se han emitido ordenes de evacuación.
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