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El G-12 pospone la revolución

La revolución del G-12 (Sevilla, Betis, Zaragoza, Villarreal, Athletic, Espanyol, Racing, Granada, Osasuna, Valencia, Atlético y Málaga) quedó al final condensada en una mera declaración de intenciones. Los clubes reunidos ayer en el Sánchez Pizjuán suscribieron un documento en el que recalcan su intención «irreversible» de «defender los derechos del fútbol profesional», en palabras de Del Nido, aunque sin anunciar medida alguna.

Del Nido colocó a su diestra a su homólogo bético, Miguel Guillén, en la reunión mantenida ayer en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán
Del Nido colocó a su diestra a su homólogo bético, Miguel Guillén, en la reunión mantenida ayer en el estadio Ramón Sánchez Pizjuánlarazon

El comunicado, de seis puntos, puede quedar resumido en cuatro ideas fundamentales. La primera, la voluntad de «impulsar un cambio profundo en la actual estructura de la LNFP», lo que deja en entredicho la figura de Astiazarán pese a que el presidente del Sevilla declarara luego que no había sido «cuestionada» en el cónclave. La segunda, el propósito de «trabajar con el objetivo de obtener la aportación de los derechos de televisión y publicidad estática de todos los clubes a la LNFP, para su posterior venta conjunta». La tercera, la publicitación del «respeto más absoluto a la Segunda División (ausente en la cita), garan-tizando sus derechos, aportando un porcentaje de los ingresos que obtengan los clubes de Primera por la comercialización de sus derechos asegurando la ayuda económica a los clubes que descienden». Y, por último, la comunicación «a la opinión pública de esta reunión tendrá una periodicidad y continuidad inmediata, buscando la presencia en sucesivas reuniones de todos los clubes». Incluidos Real Madrid y Barça, que «como no tenían los mismos objetivos y problemas que el resto no debían participar». Ya sí.