Almería

La crisis «descabeza» a las familias

Una de cada cinco familias está afectada por el desempleo, con uno o más miembros sin trabajo.

Luisa Sala (50 años)
Luisa Sala (50 años)larazon

MADRID-La crisis económica se traduce en un verdadero drama para cada vez más familias españolas. En la actualidad, en casi un 1,8 millones de hogares, el cabeza de familia no tiene trabajo. Es decir, en uno de cada diez hogares del país (en 2007 eran el 3,5 por ciento), la persona que antes pagaba el grueso de los gastos que supone mantener un hogar ha perdido su empleo por la recesión de la economía. En 700.000, de estos hogares, esta persona no recibe ningún ingreso. Estas cifras se han multiplicado por tres desde 2007, pues, hace tres años, eran menos de 600.000 las familias con el principal perceptor de ingresos en paro, de los que 200.000 no recibían subsidio.

Pero ésta no es la peor cara del actual panorama económico y social. Para medio millón de familias, la situación es mucho más grave, pues todos los miembros del hogar están desempleados y ninguno tiene ingresos. En 2007 eran 99.000 las familias que sufrían esta desesperada circunstancia, lo que significa que el fenómeno se ha más que duplicado. Estos datos los desvela un estudio de Abay Analistas basado en la Encuesta de Población Activa, en concreto, en las cifras de paro de los segundos trimestres, por ser el más representativo.


«Ingreso cero»
El desempleo no afecta «sólo» a estas familias. En total, son 3,7 millones de hogares (más de uno de cada cinco) los que están en la actualidad castigados por el paro, con uno o más miembros desempleados. Mientras que en 2007 eran menos del diez por ciento las casas en las que alguien estaba en paro, hoy son el 21,8 por ciento. Por alguna razón, el paro es la principal preocupación de los españoles. Así lo revela el reciente informe del CIS, en el que se puso de manifiesto que al 78,4 por ciento de los encuestados el problema que más le inquieta es el paro.

Esta realidad ha provocado que se multipliquen los españoles que tienen que recurrir a la caridad. El número de personas atendidas por Cáritas se ha duplicado, pues de 2007 a 2009 pasó de 400.000 a 800.000. El secretario general de la ONG, Sebastián Mora, explica que la mayoría son personas que han perdido su empleo y han entrado en una situación de «ingreso cero».

Mora habla de tres colectivos especialmente vulnerables: los matrimonios jóvenes con niños pequeños, las mujeres solas con cargas familiares y las personas mayores que vuelven a convertirse en «sustentadores» de sus hijos, que no tienen más remedio que gastarse la jubilación de sus progenitores para mantener a su propia familia.

Pero el paro no es sólo un problema del «hoy». Sin dinero, no se tienen hijos, y sin niños, el futuro del país es incierto. Muchas son las familias que han decidido retrasar la llegada de la paternidad en espera de un empleo.


Un país envejecido
Esta es «la consecuencia más importante a medio plazo de la recesión», según explica Maribel Martínez, consultora de Abay Analistas. De 1999 a 2008, se venía observando una tendencia de recuperación en el número de nacimientos, que, en esos años, se incrementó un 36,7 por ciento. Esta recuperación, tras años de descenso de natalidad, «era muy importante, pues esta sociedad es una de las más envejecidas de Europa, lo que supone un negativo impacto social, fiscal y económico», explica Martínez. Sin embargo, en 2009 «esta recuperación se vio truncada», ya que nacieron 492.931 bebés, 26.848 menos que en 2008.


Las caras del drama
Susana Expósito (27) y Juan Baeza (30):
«Nos cuesta mantener a dos críos. Queremos trabajar»
Este joven matrimonio tiene dos niños y ningún ingreso. Susana y Juan han de pagar un alquiler de 420 euros y sacar adelante día a día a su familia. Él era fontanero y pulidor y, hace tres años, la empresa para la que trabajaba cerró. Ya hace muchos meses que dejó de cobrar la prestación por desempleo. Sus hijos tienen ocho años y once meses y muchas necesidades. «Cuesta mucho sacar adelante a dos críos, vestirles, alimentarles... Los dos estamos buscando trabajo de cualquier cosa». Tanto los padres de Susana, como los de Juan son ahora los que mantienen su hogar. No tienen más remedio que gastarse los ahorros de años de trabajo de sus progenitores.

Mor Día (56 años) y Rosa Salvaño (46)
«Ninguno trabajamos, y sólo mi hija tiene prestación»
Mor, de Senegal, y Rosa, española, viven con sus cuatro hijos y su nieta de dos años en Almería. Ninguno tiene trabajo y sólo la hija mayor recibe una prestación de 420 euros al mes. Este matrimonio tenía una tienda de accesorios desde hacía 13 años. Pero la crisis acabó con su negocio, como con tantos otros. Además, el resto de mayores de edad de la casa, de 25, 20 y 18 años, también perdieron su empleo. Mor está desesperado. «Cuando se nos acabe el dinero, no sé qué vamos a hacer, con 800 euros de hipoteca y la letra del coche, de 230».

Luisa Sala (50 años)
«A esta edad, suplicar trabajo es una tontería»
Hace dos años, Luisa Sala, de 50 años, vivía con sus dos hijas, que entonces tenían 23 y 30 años y ganaba un «superbuen sueldo» trabajando en el departamento de marketing de una empresa hípica. Todo se vino abajo cuando se quedó en el paro. «A esta edad, ponerte a suplicar trabajo es una tontería, porque nadie te hace caso», explica. Desde entonces, ayuda a personas en su situación en la Fundación Prau, en el programa «Empezar de nuevo», y vive de sus ahorros. Pero ya nada es como antes. Sus hijas, una camarera, la otra en paro, salieron de casa cuando su madre, separada y que ejercía como cabeza de familia, se quedó sin empleo. «Cada una nos hemos tenido que buscar la vida, aunque nos ayudamos», cuenta.




ANÁLISIS
Recesión económica, crisis social
- ¿Cuál es la magnitud social de la crisis económica?
–La familia es el pilar de la sociedad y, por ello, el número de hogares afectados por el desempleo se convierte en el mejor índice para medir la magnitud social de la recesión. El hecho de que más de uno de cada cinco hogares esté, en este momento, castigado por el desempleo, revela la gravedad de la situación.

- ¿Cuál es el perfil de las familias que más sufren el colapso del mercado laboral?
– Casi uno de cada dos jóvenes que está dispuesto a trabajar no consigue empleo. Por ello, los matrimonios que tienen entre 20 y 30 años, con hijos y una hipoteca, son muy vulnerables. Sobre todo, los jóvenes que cuentan con una baja cualificación. También lo son las familias monoparentales, las que tienen miembros con discapacidad y dependencia, y los inmigrantes.

- ¿La situación va a empeorar en el futuro para los hogares?
–Según Maribel Martínez, consultora de Aday, la situación se ha estabilizado en 2010, después de sufrir «un golpe muy fuerte» el año pasado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la población está cada vez más envejecida, lo que pone en peligro los subsidios y pensiones del futuro, básicos para el bienestar en los hogares.