Ferrer doma a Roddick

Eran otros tiempos cuando Andy Roddick era un jugador casi intratable en Wimbledon gracias a su gran saque. Llegó a tres finales y todas las perdió con Federer; es la espina que el estadounidense tiene clavada y que parece que no podrá sacarse. La edad no perdona. Andy te puede dar una mala tarde, conserva su gran servicio, pero si eres David Ferrer, número cinco del mundo, es difícil intimidarte. Ferrer perdió los cuatro primeros juegos del partido, no se intimidó. Perdió el primer set, y tampoco. Estaba sobre hierba y tampoco fue un drama. También eran otros tiempos cuando los jugadores españoles no sabían moverse sobre pasto. Ferrer se sobrepuso a la salida de su rival, con el que además se lleva muy bien, y comenzó a construir su triunfo con esfuerzo.

Las subidas a la red de Roddick cada vez tenían menos efecto y los intercambios, que comenzó dominando el estadounidense, poco a poco caían del lado del español. Siempre fue un duelo trabado, sobre todo en el segundo parcial, solucionado en un «tie break» de infarto que ambos jugadores tuvieron opciones de llevarse. Dos pelotas de set tuvo Andy para colocarse 2-0 arriba. Ferrer solventó las dos y culminó y resolvió la suya para comenzar a vivir de forma más tranquila las dos mangas siguientes. Llegaron por fin los «breaks», uno por set, para que David acceda por cuarta vez en su vida a los octavos de Wimbledon. Allí le esperará Del Potro, que va a más, que tiene saque y domina el resto de golpes. «Te lleva al límite», analizó «Ferru», que ganó al argentino en el único duelo que han jugado en hierba. Fue en 2008. Eran otros tiempos.

En el cuadro femenino, la kazaja Yaroslava Shvedova hizo historia. Venció a la italiana Sara Errani (6-0 y 6-4) y en el primet set no sólo no cedió ni un juego, tampoco perdió ningún punto. Azarenka, Kvitova, Ivanovic y Serena Williams se metieron en octavos.