Déficit autonómico

El pinganillo

La Razón
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¡La que se ha montado por el pinganillo! El independentismo español, más bien mesetario, se ha lanzado a la yugular de la Constitución que reconoce que somos un estado plurinacional y plurilingüístico. A falta de mejor argumento se ha puesto el grito en el cielo por el gasto que representa tener traductores para que en los debates cada uno pueda utilizar la lengua española –no se olviden todas son españolas– que prefieran. Si la cosa es reducir gasto, sugiero recortes varios para ayudar al erario público.
Eliminar las dietas de los diputados que cobran por tener responsabilidades en sus grupos parlamentarios. Ya son diputados, no tienen por qué tener un sobresueldo por trabajar. Cerrar la macroestación del AVE situada cerca de Málaga que no sirve para nada porque nadie la utiliza. Actos y festejos que no sirven para nada. Cerrar algunas televisiones autonómicas y reducir los canales de otras. Adelgazar la estructura de la Administración central que ha transferido sus competencias a las comunidades autónomas pero ella ha seguido tal cual, como si nada hubiera pasado. Dejar de hacer fastos pseudoculturales que sólo son abrevaderos para sus organizadores. Eliminar la subvención a todos los chiringuitos que se disfrazan de ONG y sólo son tapaderas ideológicas.
La lista es interminable. Los que ahora ponen el grito en el cielo deberían tomar buena nota. El catalán, el gallego, el euskera y el castellano son parte de nuestra realidad y que se hablen en el Senado es síntoma de naturalidad y normalidad. El despilfarro no está ahí. Busquen, busquen y, sin duda, lo encontrarán.