Borracho yo Tururú por Mario Arnaldo

Fue una de las últimas decisiones del presidente Sarkozy y está respaldada por las últimas estadísticas de tráfico que indican que el alcohol es responsable del 30,8 por ciento de los accidentes mortales en Francia. Desde el punto de vista del derecho de la UE, la medida es de dudosa legalidad, pero tiene un enorme sentido didáctico, ya que junto al carnet de conducir se obliga a los conductores a llevar en la cartera un dispositivo que recuerda que el alcohol es incompatible con la conducción. Pero no nos engañemos porque también detrás del alcoholímetro desechable se esconden importantes intereses económicos de laboratorios privados franceses, tal y como ocurrió en España con la implantación de los chalecos reflectantes o los triángulos de preseñalización de peligro. No obstante, a pesar de dar la bienvenida a esta medida, desde AEA creemos que en lugar de adoptar este tipo «placebos» lo ideal sería incorporar en los vehículos dispositivos de fábrica que les impidan arrancar si el conductor supera una determinada tasa de alcohol o de drogas. Y desde luego, lo que desde AEA reivindicamos con urgencia es la elaboración de un Código de Circulación Europeo Común que establezca las mismas normas para todos los conductores con independencia del país por el que circulen.

Mario Arnaldo
Presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA)