Nueva York

EE UU apunta al terrorismo islamista

Fuentes de la Administración Obama aseguran que el atentado frustrado en el corazón de Nueva York fue un ataque «coordinado» por terroristas extranjeros

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, compareció hoy ante la prensa
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, compareció hoy ante la prensalarazon

NUEVA YORK, ISLAMABAD- El atentado frustrado con coche bomba que pretendía causar una tragedia en Times Square la madrugada del sábado fue coordinado por varios terroristas en un complot que podría tener lazos con el islamismo radical, según aseguraba ayer el diario «The Washington Post» de acuerdo a fuentes oficiales. Por su parte, la Casa Blanca catalogó como «atentado terrorista» el incidente. «Creo que cualquiera que tenga el tipo de material que tenían en el coche de Times Square diría que lo que se pretendía es aterrorizar, absolutamente», manifestó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. «¿Diría que quien lo haya hecho sería catalogado como terrorista? Sí», añadió. Las insinuaciones del Gobierno federal coincidirían con la intención de los talibán de Pakistán, que se empeñan en adjudicarse la autoría del intento de ataque terrorista. Sin embargo, las investigaciones de la Policía de Nueva York apuntan a activistas locales.

Bloomberg descarta al talibán El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, destacó ayer que «no hay pruebas legítimas de que haya terroristas extranjeros» detrás del intento de atentado. «Sé que este grupo [de talibanes paquistaníes] se ha atribuido la responsabilidad de incidentes con los que no tenían relación», señaló. Bloomberg, un hombre de negocios que dirige la urbe neoyorquina como si fuese una de corporación, se dio un paseo ayer por los principales estudios de televisión. El mensaje era claro: mostrar su optimismo de que las autoridades arresten a la persona que colocó la bomba. El fiscal general, Eric Holder, también ha reconocido el buen camino por el que se dirige la investigación mientras animaba a los turistas y neoyorquinos a no dejarse amedrentar. «En última instancia los autores del intento de atentado serán encontrados y llevados ante la Justicia. Tenemos algunas pistas buenas», reveló Holder. Los agentes de Policía neoyorquinos ya han localizado al dueño del automóvil, pero han descartado que esté relacionado con el suceso después del interrogatorio.Así pues la pista islamista sigue siendo la más probable. Todo apunta a que los terroristas pretendían vengar la muerte del líder talibán paquistaní, Hakimula Meshud. Una muerte que tampoco está del todo clara después de que ayer apareciera en un vídeo. Los rumores sobre la posibilidad de que Meshud siga vivo, después de que se le diera por muerto en enero tras un bombardeo de EE UU, se confirmaron con una grabación en la que el líder talibán amenaza con atacar ciudades estadounidenses. En el vídeo, colgado en una web extremista, tras anunciar su intención de perpetrar futuros atentados en las grandes urbes de Estados Unidos, Meshud parece atribuirse el ataque frustrado con coche bomba en Nueva York. «Dios mediante, muy pronto, en algunos días o en el plazo de un mes, la comunidad musulmana verá los frutos de los ataques más exitosos de nuestros fedayines [combatientes] en EE UU», advirtió en una cinta del 4 de abril. Según fuentes de Inteligencia paquistaníes consultadas por LA RAZÓN, la fecha de la grabación «podría haber sido manipulada» por Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP). «Buscan una mayor proyección internacional. Están copiando el estilo de Al Qaida para convertirse en una red terrorista internacional», insistió la fuente.Mientras, las hipótesis crecen. Algunos medios apuntan que la sede de la televisión que emite «South Parak» era el objetivo del ataque. La serie está en el punto de mira islamista por caricaturizar a Mahoma como un oso.

Órdenes por correspondenciaHakimula Meshud ha decidido hacer pública su existencia porque «ya todo el mundo sabía que no estaba muerto», aseguran a LA RAZÓN fuentes de la Inteligencia paquistaní. La CIA, añaden, «quiso liquidarle» tras el asesinato de 7 agentes de EE UU en Khost, Afganistán. En estos meses –dice a LA RAZÓN el mulá Abdula, vinculado a Al Qaida– el líder talibán (en la foto 3) «estuvo en paradero desconocido» y «sólo seis de sus hombres de confianza» recibían por correspondencia las órdenes escritas que después eran ejecutadas por comandos terroristas.