Buenos Aires

Garzón recurre a sus amigos de La Haya

Trabaja para que el tribunal falle a favor del asilo de Assange en Quito. El ex juez asegura que «habrá una gran sorpresa sobre las acusaciones»

Garzón planea llevar a la Corte Internacional el «caso Assange»
Garzón planea llevar a la Corte Internacional el «caso Assange»larazon

Las casualidades no existen en política y hace tiempo que Baltasar Garzón cruzó la delgada línea para convertirse en un animal político. Ayer desde Australia el ex juez español y abogado de Julian Assange confirmaba que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para conseguir trasladar desde Londres a Ecuador al fundador de Wikileaks.

Desde Brisbane (Australia), Garzón señaló que éste es uno de los recursos que el equipo legal que defiende al ex «hacker» australiano contempla para garantizar su seguridad. El Gobierno británico se niega a conceder un salvoconducto a Assange y ha reiterado que cumplirá con la orden judicial de enviarlo a Suecia para que sea interrogado sobre las acusaciones de delitos sexuales que pesan sobre él.

Garzón añadió que Reino Unido está obligado por la ley internacional a facilitar a Assange la salida segura del país para que se acoja a la oferta de asilo diplomática hecha por Ecuador. Según el ex juez, en el supuesto de que la CIJ se pronuncie a favor de facilitar asilo a su cliente, Londres no tendrá otra opción que negociar con Ecuador la salida segura del fundador de Wikileaks de la Embajada ecuatoriana en Londres. Es ahora cuando el apodado entre sus colegas del Tribunal Penal Internacional como el «Juez del Mundo» podría utilizar las influencias «tejidas» durante los siete meses en los que trabajó como asesor jurídico en Holanda. Es de sobra conocida su amistad con el ex fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno Ocampo, que incluso llegó a proponerlo como su sustituto en el cargo. Pero el controvertido ex magistrado, inmerso en sus propios problemas con la Justicia española, no era la figura más idónea para relevar a Moreno Ocampo. El caso de Assange, sin embargo, se ha convertido en su nuevo trampolín hacia el exterior. Durante su comparecencia ante la Prensa, Garzón también criticó a las autoridades australianas por desoír las peticiones de Assange para recibir asistencia diplomática, incluida una hecha mediante una carta enviada hace unas dos semanas al Ministerio de Asuntos Exteriores. «La respuesta fue enteramente negativa a cada una y a todas las peticiones», apuntó el ex juez. «Aunque al señor Assange le hayan retirado el pasaporte y es un refugiado en la Embajada ecuatoriana, él es un ciudadano de Australia y, por tanto, tiene todos sus derechos», precisó.

Un futuro en «stand by»
El ministro de Asuntos Exteriores de Australia, Bob Carr, afirmó el miércoles que el fundador de Wikileaks no corre peligro de ser extraditado a Estados Unidos si esto implica un juicio militar o enfrentarse a una posible pena capital. Carr indicó que Australia puede prestar a Assange sólo ayuda consular, ya que el caso judicial está fuera de su jurisdicción, aunque apuntó que existen muy pocas posibilidades de que las autoridades suecas lo entreguen a las estadounidenses, como no se cansa de repetir la defensa.

En relación a las acusaciones formales contra Assange sobre supuestos delitos sexuales cometidos en agosto de 2010 contra dos mujeres en Suecia, Garzón advirtió de que las autoridades judiciales del país nórdico han mantenido en secreto información clave que cuando se pueda revelar causará una «gran sorpresa». «Ahora no la podemos divulgar, pero hemos pedido a la Fiscalía que tome declaración a Assange», dijo el ex magistrado de la Audiencia Nacional. Garzón ha revelado que ha solicitado a la Fiscalía sueca que interrogue a Assange en Londres. «Creo que será una muy buena opción» para el fundador de Wikileaks, quien aún no ha reconocido a Garzón como su abogado.

En Estocolmo, sin embargo, no piensan lo mismo. La Fiscalía ha rechazado de plano la sugerencia de Garzón, según un portavoz. «No hay ninguna novedad al respecto. Seguimos esperando al señor Assange», en respuesta a la solicitud del defensor del ex «hacker»
Ecuador concedió asilo diplomático a Assange el jueves de la semana pasada por considerar que no ha recibido garantías del Reino Unido y Suecia de que no será extraditado a Estados Unidos, donde podría ser juzgado y condenado a muerte por la filtración de miles de documentos. Sin embargo, la ONU rechaza considerarlo como un perseguido.

A este respecto el presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que «seguimos abiertos al diálogo». Sin embargo, criticó a Suecia por declinar un ofrecimiento de Ecuador para que Assange sea interrogado en la embajada.
 
Por último, Garzón se refirió a las condiciones en las que vive el fundador de Wikileaks desde que está en la Embajada ecuatoriana. «El trato es bueno, pero estar durante mucho tiempo en una situación así, en la que tiene un espacio limitado y prácticamente sin acceso a luz natural, limita el bienestar físico de una persona y se puede considerar una situación humanitaria bastante preocupante», declaró.


Su paso como asesor del TPI en La Haya
Baltasar Garzón y Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), hasta junio pasado, comparten desde hace años su pasión por la Justicia universal. Su suspensión temporal como magistrado de la Audiencia Nacional en 2010 permitió al juez trasladarse a La Haya para colaborar siete meses con el TPI. Durante ese tiempo, Garzón trabajó como asesor externo en la oficina del argentino Moreno Ocampo, que en el pasado ya había reclamado su colaboración. En la imagen, Garzón y Moreno Ocampo durante un seminario en Buenos Aires en agosto de 2010.