OPINIÓN:Toma talante

El sabio sistema de alternancia de la Restauración, con esos cesantes que ya iban recogiendo sus cosas antes de celebrarse las elecciones, se vino abajo por la voracidad de los caciques locales, que no consentían perder los privilegios en sus respectivos feudos. Al millón de veces ministro Romero Robledo le endosaron por buen mote «el gran elector» porque su partido (sucesivamente el Constitucional, el Conservador, el Liberal-Reformista y de nuevo el Conservador) siempre resultó ganador en la comarca de Antequera. El PSOE sevillano de Felipe & Guerra adoptó como modelo a seguir el PRI mexicano, siete décadas sin perder unos comicios, e implantó en Andalucía su férreo régimen entre clientelar y extorsionador. Pese a sus proclamas «talantosas» (que viene de talante), Juan Espadas quiere explotar en esta campaña municipal que ya se anuncia las ventajas de ser el candidato oficialista: el que maneja pro domo suo los resortes del poder. El detalle de los colegios, feísimo, entierra la esperanza de fair play que aún albergaban los más ingenuos. Sacarán el dóberman a pasear, abusarán del trasnochado concepto de hiperlegitimidad de la izquierda y el día menos pensado se despertará Zoido junto a una cabeza de caballo. Así entienden éstos la democracia. Que esté al loro el jefe de la oposición municipal, municione los cañones de grueso calibre y se deje de frivolidades. Para grafiteros está la cosa…