Tiene crédito

Los dos empates barcelonistas ante Real Sociedad y Milán habían rebajado su crédito. El Camp Nou necesitaba que su equipo se reivindicara. En trece minutos marcó dos goles y surgió la sospecha de que podía relajarse como en Anoeta en la anterior jornada. Y no hubo tal.
Los barcelonistas decidieron que el partido acabara en medio tiempo. La segunda mitad era, como en la mesa de Don Quijote, un palomino de añadidura. En medio tiempo se había producido el hartazgo. Cinco goles eran casi humillación para Osasuna, equipo que luchó hasta que el vendaval lo arrolló.
El Barça decidió jugar como en el patio de su casa que es particular. En realidad dejó sólo tres defensas y Alves hizo las veces de extremo. Por el lado contrario, Abidal hasta llegó al remate como un delantero más. Sin Iniesta, Cesc Fábregas y Thiago cubrieron perfectamente la zona de creación de juego junto a Xavi. Lo importante en el fútbol azulgrana comienza a ser la participación del ex jugador del Arsenal. Además de coser la zona media con el ataque, llega al remate con frecuencia y ya es uno de los máximos goleadores del equipo. Ha ligado futbolísticamente con Messi, quien, como siempre, estuvo en la punta de vanguardia creando peligro, marcando goles y cediendo balones a los compañeros para que se luzcan.
En la jornada, Barça despejó toda clase de dudas. El Valencia, por el contrario, pese a ganar en Gijón, siguió dejando incógnitas. Lo del Villarreal parece mucho más claro: no es el de años anteriores.
Posdata. Les dicen «Fer» y «Feli». Son modelos publicitarios. Ayer, en Córdoba, no fueron modélicos.